Multinacionales y su relación con los golpes
www.marcha.orgPor Judit Cruz, Julia Varela, Gonzalo Armua. En el marco de su visita a Paraguay como parte de la comitiva del Paramento del Mercosur, el uruguayo Jorge Mazzarovich dialogó con Marcha sobre su perspectiva del golpe y la situación actual de América Latina.
Jorge Mazzarovich es el actual Presidente de la Comisión de Asuntos y
Relaciones Internacionales del Frente Amplio de Uruguay pero también es
el coordinador Sur del Foro de San Pablo y ex embajador en dos de los
países que están escribiendo la historia de los pueblos de América: Cuba
y Venezuela.
¿Por qué se encuentra esta comitiva de Uruguay en Paraguay?
Estamos con el compañero diputado Aníbal Pereyra
porque consideramos que es imprescindible expresar con la presencia,
sabiendo que no es que sea vital que nosotros estemos, pero vemos como
una necesidad expresar a los compañeros paraguayos nuestra solidaridad
ante el golpe que se ha dado en Paraguay y conscientes plenamente de que
este golpe contra Paraguay es un golpe contra América Latina, contra
los procesos progresistas y en definitiva contra la suerte de nuestros
pueblos.
¿Qué significa este golpe para Latinoamérica?
Creo que una exigencia de mayor unidad en el proceso de las luchas
latinoamericanas, una exigencia mucho mayor en lo que tiene que ver con
la concreción de la solidaridad y también un gran aviso. No puede
dejarse de tomar en cuenta la ofensiva imperialista que intenta hacer
retroceder este proceso que notoriamente, más allá de opiniones que
pueden ser o no coincidentes, es un proceso de cambio muy importante en
el continente, teniendo en cuenta que hasta hace diez, doce años era la
década del neoliberalismo y ahora – vuelvo a insistir, más allá de
discusiones que yo sé que existen, en las que participamos. Tenemos
debilidades y errores en muchos gobiernos progresistas pero tenemos
cambios sustanciales en el continente y entonces yo creo que esta
América Latina es absolutamente distinta en estos años, pero también,
para contestar definitivamente a tu pregunta, este operativo que
seguramente estuvo coordinado, como siempre, por el imperialismo nos
hace abrir mucho más los ojos a los latinoamericanos y cada paso de
avance que nosotros damos, ellos se paran para hacerlo retroceder. Lo
que sí creo es que no lo van a lograr si somos capaces de unirnos.
Con respecto a los intereses económicos de las corporaciones
multinacionales, ¿qué relación cree usted que tienen con estos golpes
que se promueven o también se efectúan en América Latina?
Tienen una relación totalmente directa, acá estamos escuchando hablar
de Monsanto y de los transgénicos en un lugar donde los sojeros y los
grandes plantadores de soja han hecho una gigantesca fortuna en muy poco
tiempo. Pero no es sólo en Paraguay que lo han hecho, vamos a
entendernos, lo han hecho en varios países, en el nuestro, en Uruguay
también. Pero por supuesto las multinacionales tienen relación directa
con estos golpes, financian estos golpes, los organizan, los coordinan y
son intereses enormes los que tienen en juego. Estamos hablando en
julio de 2012, la soja tocó los 600 dólares la tonelada, entonces uno
dice bueno, esto hay que tenerlo en cuenta. La empresa con la cual están
enfrentados acá los compañeros, denunciando lo que suponen la
participación de Río Tinto; la empresa canadiense váyase a saber qué
mas, porque es tan grande la telaraña de las multinacionales que uno a
veces dice canadiense y no sabe muy bien si son sólo canadienses. Viene a
instalarse y a querer recibir 14 mil millones de dólares para la
energía más todo los temas de la infraestructura y para ofrecer qué,
quitarle el aluminio a Paraguay. Entonces la presencia de las
multinacionales es terriblemente real en el continente y toda idea de
que el relacionamiento con esas multinacionales no genera muchos
peligros es una idea extremadamente peligrosa para nuestros pueblos.
¿Qué quiere decir, qué los gobiernos progresistas no pueden tener
relación, o buscar la forma de tener mayores inversiones? Los gobiernos
neoliberales y las dictaduras nos dejaron tan mal que para obras que
necesitan de tal envergadura, de pronto se necesitan acuerdos, pero
tenemos que saber muy bien dónde estamos parados, con quién estamos
tratando y en qué términos se negocia, porque si no se pone por sobre
todas las cosas el interés de cada país, de los latinoamericanos en su
conjunto y de cada pueblo, entonces mal nos va a ir en estos acuerdos.
¿Cómo ve usted el panorama no sólo del frente de resistencia
sino del pueblo paraguayo en términos de la elección del próximo año?
Bueno las elecciones estaban previstas en Paraguay para el 2013. Yo
he escuchado decir, y comparto la opinión de los compañeros paraguayos,
¿qué garantías tenemos ahora de que estas elecciones se van a realizar? Y
si se realizan, ¿en qué condiciones?
Porque el problema no se trata de los observadores internacionales,
como plantea la OEA. El problema es la disposición que pueda existir
porque la represión aquí se está realizando de forma sorda, pero se está
realizando. No tenemos que olvidarnos nunca que para destituir a Lugo
hicieron primero la masacre de Curuguaty en el latifundio Marina Cue.
Tampoco tenemos que olvidarnos nunca que el dueño de ese latifundio, de
esas tierras mal habidas es Blas Riquelme, que fue senador del Partido
Colorado de Paraguay, presidente del Partido Colorado de Paraguay,
entonces el poder está concentrado en lo económico y político. Y si
fueron capaces de violar las normas más elementales para destituir a
Lugo, será el pueblo paraguayo el que decida cómo van a hacer y cómo se
van a desarrollar las elecciones del 2013. En todo caso, nosotros los
uruguayos siempre decimos, porque estamos convencidos de eso, que
nosotros no somos dueños de la verdad, ni estamos en las más mínimas
condiciones de enseñarle nada a nadie, pero los avances que hemos
logrado sí tenemos la obligación de compartirlos. Los avances que hemos
logrado en Uruguay, donde no está todo resuelto ni mucho menos, pero
hemos logrado avances gracias a la unidad de todas las fuerzas
antiimperialistas y antioligárquicas que provienen de distintos sectores
y por sobretodo con la movilización y la lucha popular, sin la cual es
muy difícil hacer avanzar proyectos políticos de transformación. Si las
grandes masas de jóvenes, de estudiantes, de trabajadores, de campesinos
no hacen suyo el proyecto es muy difícil hacerlo avanzar.
En relación a la represión ¿se puede llegar a profundizar
cuando en unos meses los ojos de la opinión pública mundial no estén ya
sobre Paraguay?
Yo creo que el riesgo de represión siempre está presente, en el caso
de Paraguay lo está sin duda y no lo digo como un elemento de alarmismo,
es notorio, estamos aquí en Asunción y nosotros sabemos que los mismos
que dieron el golpe están dirigiendo ahora la seguridad del Estado y de
todos los elementos que tienen que ver directamente con la represión.
Por lo tanto esperemos que no se concrete, pero en lugar de esperar hay
que ser capaces de ayudar desde todos lados para denunciar la situación
que vive el pueblo paraguayo, para ser solidarios con sus luchas, para
hacer conocer las luchas que ya están librando y que se conocen poco
porque es notorio, los dueños de los medios de comunicación en su
inmensa mayoría en el continente son los mismos que participan en estas
cosas. Alcanza con comprar hoy el diario ABC Color para darse cuenta y
menciono sólo uno sin contar a las radios y la televisión.
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