El frente externo / En la antesala de la reunion del G-20
Reclama EE.UU. que la Argentina aporte datos económicos creíbles
El Tesoro dijo que es "una obligación" que el país se someta a la evaluación del FMI
WASHINGTON.-
El gobierno de Barack Obama llamó al gobierno de Cristina Kirchner a
"fortalecer su relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI)" y a
proveer " estadísticas confiables " sobre la marcha de la economía argentina.
"Apoyamos categóricamente que los países miembros del
FMI se sometan de manera periódica a las evaluaciones anuales'' que
realiza el organismo, porque "eso es una obligación que corresponde como
miembro" del Fondo, como también lo es la de "brindar estadísticas
confiables", fue el mensaje.
La definición corrió por cuenta del Departamento del
Tesoro y posiblemente sirva para sentar el tono de lo que puede llegar a
escuchar la Presidenta cuando, dentro de diez días, se encuentre con
sus contrapartes del Grupo de los 20 (G-20).
Los países miembros del grupo deliberarán a partir del
17 en la localidad mexicana de Los Cabos. Tanto Obama como Cristina
Kirchner han comprometido su asistencia.
De acuerdo con lo que sondeó LA NACION, difícilmente
tengan eco allí los reclamos para que se "suspenda" la participación del
país en ese grupo, tal como piden legisladores republicanos molestos
con la "inconducta financiera" del gobierno argentino, al que quieren
darle una señal.
Pero la administración demócrata parece ajena a ese
reclamo. "No la he visto, no la he leído, no puedo comentar nada al
respecto", respondió el subsecretario adjunto para Asuntos
Internacionales del Departamento del Tesoro, Mark Sobel, cuando LA
NACION le requirió la posición oficial de la cartera sobre los reclamos
al respecto.
Ocurrió durante un panel para anticipar los principales
temas de la cumbre, montado en esta ciudad por el Center for
International and Strategic Studies (CSIS), y su moderador, el
economista Matthew Goodman, fue aun más categórico.
"Nadie suspenderá a la Argentina del G-20. Mientras
exista el grupo, la Argentina será parte de él", subrayó, en tono
enfático. A su lado, el subsecretario Sobel pareció conforme con la
definición.
Otra cosa fueron los reclamos para que el país acepte
la comprobación de la marcha de su economía que realiza periódicamente
el Fondo a todos sus socios y que se conoce bajo el nombre de Artículo
IV.
La última, en 2006
La última vez que la Argentina aceptó ese monitoreo fue
en 2006. Nunca más permitió que volviera a realizarse, en coincidencia
con el notorio divorcio entre las cifras de inflación que informa el
Gobierno (a través del Indec) y las que a diario percibe el consumidor.
De hecho, el FMI ya afirmó públicamente su sospecha de
que el índice oficial de inflación está subestimado, mientras que el de
crecimiento económico, en cambio, está sobreestimado.
En ese punto, Sobel fue categórico. "Exhortamos a la
Argentina a que fortalezca su relación con el FMI", dijo. Hoy el país es
el único del G-20 que no acepta la revisión de sus cuentas por parte
del organismo, pese a que es una obligación expresa de sus miembros.
Ese fue uno de los motivos -aunque no el único- que
citó el senador republicano Richard Lugar para pedir al gobierno de
Obama que promueva la suspensión del país en el G-20. Pero no sólo en el
Departamento del Tesoro sino también en la Casa Blanca dijeron ayer a
LA NACION que difícilmente eso prospere. "La Argentina es un miembro del
grupo", se indicó.
"Malestar"
Entre quienes siguen de cerca la dinámica con la que
opera ese conglomerado de naciones se acepta que existe cierto
"malestar" con el "aporte" de la Argentina al grupo en los últimos años,
pero que eso no se traduciría necesariamente en reclamos puntuales.
"Dudo mucho de que el G-20 quiera meterse en una
discusión por el comportamiento de la Argentina, cuando los problemas
que tiene por delante son mucho más serios", dijo a LA NACION Liliana
Rojas Suárez, del Latin American Financial Regulatory Committee (Claaf),
días atrás, cuando se la consultó al respecto.
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