Malestar internacional / Presión en aumento
EE.UU. redobló su queja contra las trabas
Una funcionaria de ese país pidió en la
OMC que la Argentina eliminara las restricciones comerciales
"inmediatamente"; ofensiva de Japón
PARIS.- Estados Unidos exigió ayer
que el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner levante
"inmediatamente" el régimen de licencias y otras restricciones impuestas
a las importaciones. En tanto, siguiendo el reciente ejemplo de la
Unión Europea (UE), Japón amenazó con denunciar a la Argentina ante el
Organo de Solución de Disputas (OSD) de la Organización Mundial de
Comercio (OMC).
"Nuestra esperanza es que Argentina se haga cargo de
nuestras preocupaciones y termine inmediatamente con las medidas y
prácticas que restringen las importaciones", dijo la representante
estadounidense Rachel Bae durante la reunión periódica del Consejo de
Mercancías de la organización con sede en Ginebra.
En marzo se realizaron los primeros reclamos de decenas
de socios comerciales de la Argentina ante ese cuerpo encargado de
analizar las quejas contra excesos en el uso de licencias no automáticas
y otro tipo de trabas comerciales.
Desde entonces, cerca de 40 países denunciaron
reiteradamente la imposición por parte del gobierno argentino de una
preinscripción y una autorización previa para poder importar todo tipo
de producto, y la obligación de contar incluso con una licencia de
importación para muchos de ellos.
Después de nuevas quejas presentadas en abril y en mayo
ante diferentes instancias de la OMC, la cuestión volvió a ser incluida
ayer en la agenda del Comité por solicitud expresa de Japón y Estados
Unidos.
En su intervención, Estados Unidos afirmó que -después
de la primera advertencia lanzada en abril por casi 40 países- la
Argentina reforzó las medidas restrictivas en vez de reducirlas.
Japón se declaró por su parte "profundamente
contrariado" con las medidas argentinas y manifestó su esperanza de que
el gobierno ponga fin a las restricciones "después de haber participado
en la declaración común del reciente G-20 condenando el proteccionismo".
Pero el representante japonés fue aún más lejos al
anunciar la intención de su país de presentar una denuncia ante el OSD,
la instancia de arbitraje comercial de la OMC.
Esa es, en realidad, la decisión más grave que pueden
tomar los socios comerciales de un país en el marco de la organización,
pues -según su código de procedimiento- es el primer paso de un proceso
que puede concluir con sanciones.
Aunque el gobierno argentino intente restarle
importancia, la amenaza de Japón es mucho más seria que las acusaciones
lanzadas en los distintos Comités de la OMC que, contrariamente al OSD,
no tienen capacidad de tomar decisiones.
Esta vez, en todo caso, el tono asumido por Estados
Unidos fue particularmente severo: "Nuestra pregunta es hoy de nuevo
-concluyó Bae-: ¿cuándo el gobierno pondrá fin a las prácticas y medidas
restrictivas y poco transparentes que han sido causa de irritación y
creciente frustración entre tantos amigos de Argentina en la OMC?".
La Argentina fue objeto de una denuncia similar el mes pasado por parte de la Unión Europea.
Las consultas entre denunciante y denunciado exigidas por la OMC
deberían llevarse a cabo en julio, según confirmó anteayer en Brasil el
director general de organización, Patrick Lamy. Ese procedimiento, en
todo caso, podría durar hasta dos años.
Como en ocasiones anteriores, otros países se sumaron
ayer a las quejas contra la política de importación argentina. Entre
ellos, Turquía, Suiza, Australia, Colombia, Nueva Zelanda, Israel,
Malasia, China, Taiwan y Hong Kong.
La delegación argentina reiteró su posición denunciado
las políticas comerciales de los grandes países desarrollados. También
se quejó de "la repetida inclusión de esta cuestión en la agenda del
Comité" e insistió en que la medidas aplicadas a las importaciones con
compatibles con las reglas vigentes en la OMC.
CONTRAATAQUE ARGENTINO
La Argentina además presentó, junto a Indonesia, una
declaración conjunta en rechazo a la norma aprobada por España en abril
pasado que prohíbe el uso de biodiesel no producido en Europa. "Esta
medida unilateral y selectiva de España, de neto carácter
proteccionista, es claramente violatoria de las normas multilaterales de
comercio", dijeron.
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