El viaje a Estados Unidos / La agenda económica
Cristina respaldó el modelo ante empresarios preocupados
Fue un almuerzo a puertas cerradas que se extendió por
tres horas en el antiguo edificio de la America Society, situado en el
Upper East Side de Manhattan, donde la titular del Consejo de las
Américas, Susan Segal, fue presentada por la presidenta argentina como
"una gran amiga". Había empresarios de todos los sectores: la minería,
el petróleo, las comunicaciones, el sector bancario y de alimentos. La
intención de este encuentro diagramado por el embajador argentino Jorge
Argüello era atraer inversores y convencer a los empresarios de que la
Argentina es una "tierra de oportunidades", como dijo la Presidenta en
su discurso previo a la ronda de consultas cerradas a la prensa.
"Somos un país sólido y hemos crecido a un ritmo de más
del siete por ciento anual en los últimos años", dijo ante la atenta
mirada de los empresarios. Luego remarcó que el 60% de las 100 empresas
importantes de los Estados Unidos tienen desarrollo de inversiones en la
Argentina y, como para darle sustento a ello, anunció el reciente
acuerdo de inversión con Monsanto por más de 1800 millones de dólares.
Antes de que le adelantaran inquietudes sobre YPF,
defendió la expropiación de Repsol: "Fue el camino más difícil, el de
tomar las acciones de YPF y el de seguir cotizando en la Bolsa de Nueva
York", dijo. Aunque admitió que no es algo que el Gobierno "hubiera
deseado hacer". Para despejar dudas en este campo, Cristina Kirchner
inmediatamente lanzó un reto: anunció que en lo inmediato se armará un road show
para recibir ofertas del mundo del petróleo para invertir en YPF. Según
confirmó más tarde a LA NACION el ministro de Planificación, Julio De
Vido, esta convocatoria apuntaría a sumar inversores para el yacimiento
de Vaca Muerta, aunque no dio detalles de plazos y pliegos.
El otro tema que la Presidenta trató de aclarar fue el
del cepo cambiario del Gobierno sobre el dólar. Allí Cristina Kirchner
dijo que se está "trabajando empresa por empresa para lograr un
equilibrio en la balanza comercial por una razón muy sencilla: la
Argentina no emite dólares".
No faltaron críticas de la Presidenta a la política comercial de los Estados Unidos en relación con las trabas para importar carne y limones
de la Argentina. Aunque en su discurso abierto Cristina Fernández no
mencionó una sola palabra de las trabas comerciales que impone la
Argentina.
Luego llegó el turno de los consejos que dio para la
economía global con recetas para enfrentar las crisis. "Necesitamos
aumentar el consumo, no ajustarlo. Si no hay consumo, no va a existir el
desarrollo de la economía", dijo la mandataria. A su lado la miraban
extrañados empresarios de JP Morgan, las petroleras Chevron y Conocco,
Cargill, Bridas, Exxon, Ford, Johnson & Johnson, General Motors, la
cadena Fox, HSBC, Intel, AES, IBM y Citi, entre otros.
A pocas cuadras de allí, en Times Square, la American
Task Force Argentina, que es una asociación que defiende a los bonistas
norteamericanos, había puesto carteles con la cara de Cristina Kirchner
bailando con Chávez e instándola a pagar la deuda.
Los empresarios reunidos con Cristina Kirchner no
fueron tan duros como la American Task Force. Pero durante el almuerzo a
puertas cerradas no se guardaron dudas y preguntas. ¿Cómo afrontará la
Argentina sus problemas energéticos? ¿Seguirán las trabas a la
importación? ¿Cómo se resolverán los litigios en el Ciadi? ¿Se liberarán
las tarifas para las petroleras? ¿Cómo se resolverá el tema del dólar?
Fueron algunas de las preguntas que abundaron en la mesa, según pudo
reconstruir LA NACION.
Según comentaron cuatro empresarios presentes hubo
"buen clima y las respuestas de la Presidenta fueron satisfactorias,
pero se vieron inquietudes". El referente de la empresa de
comunicaciones Brighstar, Marcelo Claure, por ejemplo, admitió: "Hubo
preguntas duras y respuestas satisfactorias". Otro de los empresarios
presentes remarcó que el discurso de la Presidenta fue bueno, pero
también señaló la variedad de preguntas que se arrojaron.
Del encuentro también participaron los ministros Hernán
Lorenzino, Debora Giorgi y Héctor Timerman; el embajador Argüello y el
secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
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