sábado, 2 de junio de 2012

Asamblea de la OEA en Bolivia

 

Mañana se inaugura la 42 Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA)

Télam
La 42da. Asamblea General de la OEA será inaugurada mañana en el campus de la Universidad del Valle de Cochabamba y sus deliberaciones se extenderán hasta el martes en el hotel Regina, en el municipio de Tiquipaya, con la seguridad alimentaria con soberanía como punto principal del debate.
El encuentro toma especial relevancia por los cuestionamientos que el organismo continental recibió en los últimos años, especialmente de algunos mandatarios sudamericanos, y es probable que hasta se discuta el rol de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La posibilidad de una reforma en la OEA será la bandera que levantarán los presidentes Evo Morales y Rafael Correa -especialmente invitado-, y se sumarán seguramente las críticas de Venezuela al papel de la CIDH.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, anticipó que la Asamblea aprobará unas 70 resoluciones, entre ellas la despenalización del masticado de coca por la que tanto viene bregando el gobierno del presidente Morales.
También precisó que la Declaración de Cochabamba -que será firmada por 34 cancilleres de los países miembros del organismo- destacará la cuestión de "Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas", según el lema de la reunión.
"Solo faltan algunos detalles que están en consulta con países vecinos. También se aprobarán otras resoluciones sobre narcotráfico, crisis energética, cambio climático, las islas Malvinas y producción de alimentos, entre otros", reveló.
Sin embargo, el tema central para la delegación boliviana en la Asamblea de la OEA será el debate sobre la demanda marítima a Chile por un acceso soberano al océano Pacífico, cualidad que perdió en 1879 en la Guerra del Pacífico, que también involucró a Perú.
El vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, explicó que "la Asamblea informará sobre el grado de cumplimiento de la resolución 426 que se aprobó el 31 de octubre de 1979 (en La Paz), en la que se establece que la demanda marítima de Bolivia es un tema de interés hemisférico que requiere una solución equitativa con un acceso soberano y útil al mar".
El gobierno de Bolivia reseñó que la demanda marítima fue "congelada" por la administración de Sebastián Piñera desde que accedió a la presidencia de Chile.
La Asamblea de la OEA que se celebró en 1979 en La Paz recomendó a los gobiernos de Bolivia y Chile que "inicien negociaciones que deberán tener en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado y, asimismo, tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales".
Los organizadores anticiparon que unos 2.000 policías se harán cargo de la seguridad del encuentro, que durará tres días. Además, habrá una cumbre social y eventos culturales.
El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, arribó a esta ciudad dos días antes del inicio en medio de estrictas medidas de seguridad.
Insulza resaltó la importancia del tema central a debatir y aseguró que "para avanzar hacia un orden alimentario más justo, equitativo e inclusivo, necesitamos impulsar y fortalecer políticas públicas orientadas a promover el aumento de inversión en la agricultura, fortalecer los mercados agrícolas e integrar los mercados de pequeños productores".
En su enumeración, el diplomático chileno incluyó también "promover el comercio justo, controlar la volatilidad en los precios de los alimentos y desarrollar más programas de acceso a alimentos para las poblaciones vulnerables y de educación en seguridad alimentaria y nutricional".
Se espera que el martes, además se difunda la Carta Social de las Américas, una suerte de complemento de la Carta Democrática de las Américas, documentos importantes para el funcionamiento de la OEA.
La presencia de Correa en la cumbre genera alta expectativa, porque el mandatario ecuatoriano mantiene discrepancias con la OEA, primordialmente por la participación de Estados Unidos y sus controvertidas posturas contra el regreso de Cuba, lo que en parte empujó la conformación de otros bloques, como el ALCA y la Unasur.

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