YPF salió a buscar inversores de EE.UU.
Pretende asociarse con varias empresas
El
gobierno de Cristina Kirchner piensa diversificar las futuras
asociaciones de la nueva YPF, de mayoría estatal. No recurriría a un
solo socio predominante. En las últimas horas ganó fuerza la idea de asociarse con diversas empresas hidrocarburíferas extranjeras, estatales o privadas, para desarrollar la extracción de crudo y gas en distintas regiones.
El objetivo inmediato de la Presidenta, según confiaron
sus allegados a LA NACION, es "lograr un aumento significativo en la
inversión y producción". Busca, así, reducir las importaciones
energéticas.
Los interventores y el CEO de YPF, Miguel Galuccio,
designado anteayer por la Presidenta, consideran que las compañías
norteamericanas Exxon y Chevron serían fuertes en shale oil y shale gas (yacimiento de Vaca Muerta). Tienen la tecnología y los capitales necesarios.
Las firmas chinas Sinopec y Cnooc, en cambio, podrían operar las cuencas off
shore, en la plataforma marítima. La francesa Total y la brasileña
Petrobras podrían explotar en la Patagonia, Mendoza o Salta y otras
provincias, donde ya operan.
Si bien la intención de los interventores era que el
socio estratégico sea Petrobras, en una fuerte alianza política y
económica con Brasil, la idea dominante ahora sería "jugar con todos
para no darle demasiado control a ninguno".
De esa estrategia dependerá la suerte de las
inversiones, el aporte de tecnología y recursos, y el éxito, o no, en la
suba de la producción y el autoabastecimiento. "El objetivo ahora es
elevar la producción a toda costa. Toda la rentabilidad se reinvertirá,
no habrá utilidades para nadie, ni para las provincias", confió a LA
NACION una fuente oficialista.
Los interventores, el ministro de Planificación, Julio De Vido,
y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, mantienen un profundo
hermetismo. Sus voceros no respondieron a las llamadas de LA NACION.
Se supo ayer, en tanto, que el nombramiento de
Galuccio, ingeniero en hidrocarburos, entrerriano de 44 años, cayó muy
bien en el sector petrolero. Ex director de la petrolera multinacional
británica Schlumberger, Galuccio es experto en la localización y
perforación de hidrocarburos no tradicionales, como el shale gas y el shale oil del yacimiento neuquino Vaca Muerta, el tercero de su tipo en el mundo.
Esta, precisamente, es la apuesta del Gobierno: hacer
funcionar cuanto antes Vaca Muerta. Exxon y Chevron serían las empresas
con las que YPF buscaría asociarse allí. Son compañías expertas en
explotaciones no convencionales: tienen la tecnología, los capitales y
son líderes en los Estados Unidos en esa producción, que abastece al 46%
del consumo energético en ese país.
Según la prensa y los empresarios en Estados Unidos,
existe interés económico de Exxon y Chevron por la rentabilidad. Pero el
principal obstáculo es la inseguridad jurídica. Por ello aún se negocia
el desembarco y es esperada la visita que hará mañana el vicepresidente
Amado Boudou a Washington para disertar en la reunión anual del Consejo
de las Américas. Sus definiciones serán una clave.
En cambio, para otras regiones como la Patagonia,
Mendoza, Salta, Jujuy, Formosa, entre otras provincias, el Gobierno
continuaría su alianza con la francesa Total, la brasileña Petrobras.
"Petrobras es la más deseada por estrategia política. Las
norteamericanas son la opción tecnológica", dijo un funcionario.
También las chinas Sinopec y Cnooc, expertas en exploración off shore, seducen por sus vastos y costosos recursos necesarios para descubrir yacimientos marinos.
De Vido y Kicillof, que se dividen tareas -uno organiza
las UTE y otro negocia precios con las proveedoras de crudo para YPF-,
cambiaron una vieja práctica del kirchnerismo. Las operaciones y las
exportaciones de las petroleras locales y extranjeras eran
permanentemente trabadas por la falta de permisos. Desde que tomó el
control de YPF, los interventores aprueban todas las autorizaciones
atrasadas sin demoras.
Ahora, el éxito del aumento de la producción depende
del Gobierno, no ya de la petrolera española Repsol. Al advertir que
aquellas trabas dificultaban la producción, todo cambió. Una empresa
local llegó a no poder exportar si no resolvía antes un conflicto
sindical en el interior y así se demoró el ingreso de divisas al país.
Según fuentes oficiales, las petroleras locales que seguirán dominando
el mercado, en áreas productivas y en alianza con YPF y con las
extranjeras para la explotación, serán Pan American Energy, (Bulgheroni)
y Oil, del empresario kirchnerista Cristóbal López.
Pese a que Cristina Kirchner presentó a Galuccio como
una "conducción profesionalizada", en el Gobierno trascendió que también
ingresará un grupo cercano a Kicillof encabezado por Eduardo Basualdo,
economista del Conicet y del grupo Cenda, de Kicillof y la secretaria de
Relaciones Económicas de la Cancillería, Cecilia Nahon. Será un grupo
grande con el cual Galuccio deberá convivir en paz.
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