Embajada Abierta
Washington, D.C., 14 de mayo de 2012
Estimado Senador,
Me dirijo a usted en relación a la propuesta de resolución “Expresión del sentir del Congreso en el sentido de que la adhesión de la República Argentina al G-20 debe estar condicionada al cumplimiento de las normas internacionales sobre relaciones económicas y su compromiso con el estado de derecho” (S. Res. 457) presentada ante el Senado el 10 de mayo de 2012.
Como fue el caso de los anteriores intentos fallidos de promulgar legislación perjudicial para Argentina, la resolución propuesta distorsiona los hechos y contiene acusaciones sin fundamento.
Como miembro activo del G-20, Argentina respeta y acata todos sus compromisos. Adjunto a la presente un documento que contiene respuestas a cada una de las alegaciones mencionadas.
Específicamente, me gustaría referirme a un hecho fundamental que el proyecto de resolución no toma en cuenta: en circunstancias como las del caso de YPF: la expropiación de una propiedad de inversores extranjeros es, bajo circunstancias como aquellas presentes en el caso de YPF, un derecho conferido al Estado receptor. El derecho de expropiación está expresamente reconocido en gran cantidad de tratados bilaterales de inversión (TBI) y, en el caso que nos ocupa, está específicamente consagrado en virtud del TBI vigente entre Argentina y España.
Además, como hemos señalado reiteradamente, Argentina nunca se ha negado a cumplir ni con sentencias judiciales de tribunales de los Estados Unidos ni con decisiones de foros internacionales de arbitraje. Argentina reconoce los laudos del CIADI como definitivos y obligatorios, mientras que los dos únicos beneficiarios de los laudos que alegan falta de cumplimiento por parte de Argentina se han negado sistemáticamente a cumplir con el artículo 54 del Convenio del CIADI y seguir los procedimientos establecidos en estos casos para el cumplimiento.
Argentina jamás ha ignorado el sistema judicial de EE.UU. tampoco. Los juicios pendientes en los tribunales estadounidenses son el resultado de una situación compleja que pone en evidencia la necesidad de encontrar una solución que no implique discriminar a los acreedores que llegaron a un acuerdo con respecto al 92% del monto de la deuda argentina en default. Este tipo de situaciones complejas con frecuencia determinan demoras, como ocurre con aquellas recomendaciones y resoluciones de la OMC que, hasta ahora, los EE.UU. no han cumplido.
En cuanto a las acusaciones de proteccionismo, el hecho de que las exportaciones estadounidenses a Argentina continúan aumentando a un ritmo sin precedentes (478% en los últimos 10 años y 34,6% en 2011) dice mucho acerca de la contribución real de Argentina para superar la crisis económica mundial.
Con respecto a las recomendaciones del GAFI, los alegatos contenidos en el proyecto de resolución están claramente sesgadas y resultan obsoletas, a tal punto que no reconocen el significativo progreso de Argentina durante los últimos años. De hecho, en la última Reunión Plenaria celebrada en febrero de 2012, Argentina fue felicitada por los progresos alcanzados en la aplicación de las recomendaciones del GAFI.
Más allá de las reiteradas, aunque infundadas, acusaciones ofensivas contra Argentina, el proyecto de resolución preocupa sobremanera debido a sus implicaciones sistémicas, cuando propone acciones sin precedentes en el marco del G-20. Ciertamente, no existe un mecanismo acordado en el G-20 para "suspender" la participación de un miembro y, de hecho, una decisión tan sorprendente sería difícil de imaginar, ya que requeriría el consenso de la totalidad de sus miembros.
Estimado Senador,
Argentina y Estados Unidos mantienen una larga tradición de amistad y cooperación que benefician a ambos países, en el marco de asuntos tan diversos como el comercio, la lucha contra el terrorismo, y las políticas de seguridad nuclear, entre otros. Es indudable que, de ser aprobado, este proyecto de resolución no hará ninguna contribución positiva a nuestra relación bilateral.
Por lo tanto, y con todo respeto, solicito su cooperación con el fin de que niegue su apoyo a la propuesta de resolución del Senado 457 (S.Res. 457).
Atentamente,
Jorge Argüello
Embajador
Interesante respuesta de nuestro embajador.
ResponderEliminarCreo que deja bien sentada la posición del actual gobierno argentino, y ademas deja de manifiesto algo clave: el G-20 no esta bajo soberanía de la lesgislacion estadounidense. E independientemente de esto, los vínculos comerciales entre ambos países son indispensables para el desarrollo de ambos. Y eso no debe significar un alineamiento incondicional a la política exterior, y mucho menos adecuar la política interior argentina a la estadounidense, pues se trata de dos Estados soberanos.