miércoles, 11 de abril de 2012

Entrevista sobre Cumbre de las Américas: para qué sirve?

"La Cumbre es un termómetro para la relación América Latina - EE.UU."

 

La Cumbre de las Américas acapara la atención de los mandatarios americanos. Pero, ¿qué es? ¿Qué temas se tratan allí? ¿Cuál es la importancia de esta reunión que aglutina a 34 jefes de estado (todos, menos Cuba)?
Leandro Morgenfeld, historiador docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET, explica en detalle todo sobre la cumbre que "desde 2005 no logra erigir una nueva agenda efectiva". ¿Para qué sirven, entonces, estos encuentros? Las respuestas, aquí.

1.    ¿Qué importancia diplomática tiene la cumbre?
Estas cumbres de mandatarios americanos de la OEA (jefes y jefas de Estados de 34 países, todos menos Cuba) surgieron en 1994, propuestas por Estados Unidos, como instancia para implementar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Sin embargo, el ALCA fracasó: debió ser abandonado en 2005, por el rechazo popular que generó en todo el continente, más la negativa de Venezuela y el Mercosur a avanzar en el libre comercio, mientras Estados Unidos seguía limitando el ingreso a su mercado de muchos bienes agropecuarios exportados por América Latina.
Entonces, en este sentido, se está discutiendo cuál es la razón de ser de estos cónclaves. En la cumbre realizada en 2009, en Trinidad y Tobago, no se llegó a una declaración final unificada, algo similar a lo que había ocurrido en Mar del Plata. Más allá de los avances concretos, que son casi nulos, estas cumbres significan una suerte de termómetro en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. En la última década, Estados Unidos fue perdiendo posiciones económicas y políticas en la región, al mismo tiempo que se inició una integración latinoamericana alternativa, en torno a la UNASUR y la CELAC, instancias regionales que excluyen a Washington.

2.    ¿Qué importancia tiene en cuanto a niveles efectivos? ¿Qué cosas se consiguieron en las cumbres?
La percepción de que estas cumbres no logran resultados concretos es compartida tanto a nivel general como entre los mismos diplomáticos que las protagonizan. No es casual que, en la convocatoria a la reunión de Cartagena, la cancillería colombiana insista varias veces en la necesidad de alcanzar resultados tangibles y concretos. En general, las declaraciones finales, logradas por consenso, son lo suficientemente vagas e imprecisas como para no traducirse en cambios reales y perceptibles.

Como señalábamos antes, el objetivo fundamental de estas cumbres era crear el ALCA, un proyecto que hubiera implicado un área de libre comercio de más de 800 millones de personas, en función de las necesidades del gran capital estadounidense, y en detrimento de los pueblos latinoamericanos. Como la resistencia contra esta iniciativa de Washington fue exitosa, las Cumbres desde 2005 no logran erigir una nueva agenda efectiva.

3.    La cumbre reúne, como su nombre lo indica, a las distintas regiones del continente americano. Podrías trazar un mapa que agrupe a los países en función de los intereses que defienden. ¿Cuáles serían los grandes grupos de países? ¿Cuáles están a favor de qué?
Estados Unidos logró el 1 de enero de 1994 poner en funcionamiento el NAFTA, un área de libre comercio con Canadá y México. Con esa base, pretendía avanzar en la liberalización del comercio hacia el resto del continente. Sigue intentando consolidar su hegemonía en América, pese a la presencia Europa y al avance chino. Sus principales aliados son los gobiernos de México, Chile, Costa Rica, Honduras y Colombia (pretenden erigir un eje vinculado al Océano Pacífico).
En el otro extremo están los países del ALBA, fundamentalmente Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, y también Cuba, que pese a no participar en las Cumbres, logró que los principales debates en las últimas semanas giraran en torno a la negativa de la Casa Blanca a incluir al gobierno de Castro en la reunión de Cartagena. Un tercer grupo lo integran los países del Mercosur, y en especial Brasil, que impulsan la integración latinoamericana (vía UNASUR), pero que tampoco adhieren a la estrategia anti-estadounidense del eje bolivariano. Brasil pretende que Estados Unidos reconozca su rol de líder regional y mundial. Eso explica la visita de Dilma Rousseff a Obama justo antes de la Cumbre. Luego están los países con menor peso económico, pero que también tienden a asociarse para hacer escuchar sus reclamos, como los centroamericanos.

4. El lema de este encuentro en Cartagena es "Conectando las Américas: Socios para la prosperidad". ¿Cuán real es la posibilidad de considerar que aquellos grupos que trazaste en la pregunta anterior sean socios?
El lema de la Cumbre pretende mostrar que, pese a las profundas diferencias en la región, es posible cooperar para la prosperidad. Entendida ésta de acuerdo a la concepción neoliberal que abriga el gobierno anfitrión, en la declaración final -que ya está prácticamente redactada-, se enfatiza en la necesidad de atraer capitales extranjeros hacia América Latina. Como si la dependencia histórica de la región no tuviera que ver justamente con la presencia masiva de las grandes trasnacionales. El temario oficial de la reunión tiene varios ejes: acceso y utilización de las tecnologías, seguridad, reducción de la pobreza y las inequidades, cooperación solidaria e integración física continental.

5. ¿Cuáles serían, según tu mirada, los temas más importantes que se tratarán en esta cumbre?
El primer tema relevante, y conflictivo, será Cuba (tanto el bloqueo económico como su exclusión de las cumbres). Los países del ALBA casi boicotean la reunión por la negativa de Washington a invitar a Raúl Castro (el presidente ecuatoriano Correa decidió no participar, haciendo peligrar el futuro de estas reuniones). Brasil y Argentina también plantearon que esta debía ser la última reunión sin Cuba. El colombiano Santos debió comprometerse a incluir esta discusión para evitar la disolución de la Cumbre.
Otro tema polémico será la discusión sobre narcotráfico y guerra a las drogas. Hay consenso en el fracaso de las políticas impulsadas por Estados Unidos en las últimas cuatro décadas y Guatemala y Colombia van a plantear buscar políticas alternativas, resistidas por Washington. Un tercer tema conflictivo será el reclamo argentino por la soberanía de Malvinas y por la militarización impulsada por Gran Bretaña en el Atlántico Sur.  Se descuenta el apoyo latinoamericano y hay expectativas en  ver cómo reaccionará Obama, aliado de Cameron y renuente a involucrarse en el litigio.

6.    Hay relaciones muy antagónicas desde lo político-ideológico que se verán las caras en la cumbre. Sin embargo, muchas veces existen lazos comerciales entre estos países. ¿Podés dar algún ejemplo de esto?
Efectivamente, en estas Cumbres se ponen de relieve las tensiones político-ideológicas, pero también los conflictos y dependencias económicos. Chávez encabeza un eje que confronta con las políticas imperialistas de la potencia del norte, pero a la vez depende de la exportación de petróleo. Y lo mismo al revés: lo tratan de voltear, pero necesitan el abastecimiento de crudo, teniendo en cuenta la inestabilidad de Oriente Medio. Más allá de esto, hay un cambio estructural en la región. Estados Unidos, en la última década fue retrocediendo económicamente (del 2000 al 2010, su participación en el comercio exterior latinoamericano descendió del 60 por ciento al 40, según la CEPAL; China es ahora el principal prestamista de la región).
La relativa pérdida de influencia en lo que históricamente consideraron su "patio trasero" también tiene su correlato político. Hace diez años que muchos gobiernos neoliberales fueron derrotados electoralmente y/o por rebeliones populares. Esto abrió una nueva etapa en el continente y se erigió un eje bolivariano con una influencia destacada. En la última Cumbre había cierta expectativa por parte de algunos gobiernos de la región, ya que Bush había sido desplazado por Obama. Sin embargo, tres años más tarde, las políticas hacia la región continuaron. En Trinidad y Tobago, Chávez sorprendió a su par estadounidense regalándole un ejemplar de "Las venas abiertas de América Latina", el emblemático libro de Eduardo Galeano. Seguramente ahora le reprochará no haberlo leído...

7.    ¿Podrías sintetizar la posición de Estados Unidos respecto de las políticas que tiene para con América Latina?
Históricamente, Estados Unidos consideró a América Latina como su área de influencia. Avanzó en la región con sus capitales, préstamos y exportaciones, pero también con sus marines, que desembarcaron reiteradas veces en países de la región, o promovieron golpes de Estado cuando consideraban que sus intereses eran afectados.
Siempre existió una doble estrategia: el garrote y la zanahoria. Es decir, amenazas y promesas de ayuda, para evitar una integración latinoamericana que pudiera desafiar la hegemonía estadounidense. Tras el fin de la Guerra Fría, trataron de consolidarse en la región con el ALCA. No contaban con la resistencia que generaría.
Tras la salida de Bush, Obama continuó con políticas resistidas en la región: la Casa Blanca dio cobertura diplomática al golpe en Honduras contra Zelaya en 2009, persiste el bloqueo económico contra Cuba, sigue la cárcel ilegal en Guantánamo (pese a que Obama firmó que la cerraría en un año), se mantiene la IV Flota del Comando Sur (reinstalada por Bush en 2008), se establecieron nuevas bases militares, y persiste una política anti-inmigrantes, que expulsó a cientos de miles de latinos en los últimos tres años. Además, existen trabas para-arancelarias que dificultan las exportaciones de algunos países al codiciado mercado estadounidense.

8.    ¿Algún dato curioso existe de la Cumbre?
En mi libro Vecinos en conflicto analizo la historia de las Conferencias Panamericanas. Una de las más importantes es la que se realizó en 1948, también en Colombia. Allí se creó la OEA. En el medio de esa reunión, el 9 de abril, un sicario del gobierno colombiano asesinó al candidato presidencial Jorge E. Gaitán. Las masas reaccionaron enardecidas y estalló el "Bogotazo", un levantamiento popular que conmovió a toda América. La represión fue brutal y hubo cientos de muertos. Estados Unidos y Colombia hablaron de un complót comunista (se desarrollaba una contra-cumbre estudiantil, en la que participaba un joven Fidel Castro) y sancionaron la primera declaración anti-comunista en el sistema interamericano.
En ese contexto represivo nació la OEA. Hoy, 64 años más tarde, la Cumbre de las Américas se inició el lunes 9 de abril, también en suelo colombiano, y sin embargo prácticamente nadie menciona o recuerda el "Bogotazo", que marcó un antes y un después en la historia regional. Un símbolo para tener en cuenta y analizar la cumbre de esta semana. Además de las reuniones de mandatarios y el recital de Shakira, sería bueno prestar atención a la Cumbre de los Pueblos que se desarrollará en forma paralela, discutiendo y mostrando que "Otra América es posible".

Leandro Morgenfeld da "Historia Social General" en la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, además de "Historia argentina" en las facultades de Económicas y Sociales. Publicó Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (Continente, 2011), donde analiza,a  través de las Conferencias Panamericanas, la relación EE.UU. - Argentina. Para más información, podés visitar su blog: www.vecinosenconflicto.blogspot.com.ar

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