La Nación titula "Cautela en Washington" ya que no hubo reacción del Departamento de Estado condenando la expropiación, pero inmediatamente agita el fantasma de la expulsión de Argentina del G-20.
Cautela de Washington
WASHINGTON (De nuestra corresponsal).- Los Estados Unidos eludió ayer definirse por la expropiación de Repsol YPF. Al igual que en el Departamento de Estado, el vocero presidencial, Jay Carney, evitó dar definiciones de fondo y concedió lo que se llama una "taken question", recurso que se aplica para tomarse un tiempo para responder una pregunta cuando no se está en condiciones de hacerlo en el momento.
Al cierre de esta edición, la reacción "específica" de la Casa Blanca sobre la nacionalización de YPF no había llegado. En forma paralela a esa presión mediática, en el Congreso norteamericano la decisión de Cristina Kirchner empieza a verse, de modo explícito, como un tiro de gracia a la "cuestionada permanencia de la Argentina en el grupo del G-20", según dijo a LA NACION Carl Meacham, el influyente asesor republicano en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. En Brasil la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que la Argentina tendrá que "justificar y que asumir" su decisión de expropiar el 51% de la petrolera YPF, mientras que la cartera a su cargo dijo que "sigue con interés" la situación. Nada de ello pareció satisfacer a los periodistas, que requirieron más definiciones como las hubo en otros países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario