El frente externo / Críticas de la subsecretaría de Estado para la región
EE.UU. considera "difícil" la relación con la Argentina
El gobierno de Obama destacó que hay obstáculos en cuestiones financieras, seguridad y narcotráfico
Washington.- El gobierno de Barack Obama reconoció ayer formalmente que la relación con la Argentina es "difícil"
y enfrenta "obstáculos" en áreas sensibles, como el comportamiento
financiero internacional del país, la seguridad y la lucha contra el
narcotráfico.
La subsecretaria de Estado para el Hemisferio
Occidental, Roberta Jacobson, dijo durante una presentación ante el
Congreso que la Argentina "necesita retomar una relación positiva con la
comunidad financiera internacional, tanto por su futuro económico como
por el del sistema y los acreedores en Estados Unidos y otros lugares;
ésa continúa siendo una parte muy complicada de la relación''.
La declaración coincide con una serie de duros
cuestionamientos internacionales a la Argentina, que se potenciaron
desde que se decidió la estatización de YPF (de lo que se informa por separado).
Funcionarios de la administración demócrata insistieron
en que se hacen "esfuerzos" por tratar de llevar el vínculo bilateral a
un terreno más "positivo" -como el de la educación o el de la
investigación científica-, pero que incluso así existen desafíos y "retos" que dificultan la tarea.
En su primera comparecencia legislativa para evaluar
las prioridades del presupuesto norteamericano para la región, Jacobson
presentó su crítica evaluación de la Argentina apenas una semana después
de que el Departamento de Estado expresó su "preocupación" por la
posibilidad de que la estatización de Repsol YPF afecte "el clima de
inversión" en el país, donde operan cientos de empresas norteamericanas.
Sus expresiones se producen, asimismo, cuando apenas
transcurrieron 15 días del encuentro cara a cara que la presidenta
Cristina Kirchner mantuvo con Obama en la Cumbre de las Américas, en
Cartagena de Indias.
En aquella ocasión, el canciller Héctor Timerman tildó
de "mentirosos" a los periodistas que se hicieron eco de la
"preocupación" que, en ese encuentro, Obama transmitió a Kirchner, de
acuerdo con lo informado por un parte oficial de la Casa Blanca.
"Me dijo Obama que podía desmentirlos a todos ustedes
en su nombre", dijo, por entonces, el canciller, al sumar al presidente
de los Estados Unidos en su embate contra la prensa argentina. Sin
embargo, nunca hubo aclaración alguna del gobierno norteamericano sobre
lo que había consignado en aquel parte de prensa cuestionado por
Timerman.
El discurso de ayer de Jacobson pareció darle contenido
a esa "preocupación". En su comparecencia ante el Congreso, la
funcionaria hizo, en tono general para la región, una firme defensa de
la libertad de expresión como condición necesaria para el clima
democrático.
Al avanzar más específicamente en las consideraciones
sobre la Argentina, urgió a las autoridades a retomar "una relación
positiva con la comunidad financiera internacional y con sus
acreedores".
La funcionaria, que reporta a la secretaria de Estado,
Hillary Clinton, reconoció que la relación bilateral con la Argentina es
"difícil", debido, entre otras causas, a las tensiones del país "con la
comunidad financiera" internacional.
En la misma ocasión, el diputado republicano Connie
Mack -que presidía la sesión- tuvo críticos comentarios hacia el
gobierno de Cristina Kirchner, del que dijo que "ignora por completo los
procesos judiciales"; eso afecta, dijo, el clima general en el país.
El representante por Florida vaticinó un camino difícil
para el futuro inmediato al sugerir que el gobierno argentino "no trama
nada bueno" con su resistencia a pagar fallos adversos en el tribunal
arbitral del Banco Mundial (Ciadi).
Jacobson aprovechó esa ocasión para explicar que fueron
dificultades de ese tipo las que llevaron a Obama a suspender
temporalmente los beneficios arancelarios que la Argentina recibía de
los Estados Unidos.
"La Argentina debe volver a una relación positiva con
la comunidad financiera internacional y con sus acreedores, en los
Estados Unidos y en todo el mundo", subrayó.
No se trata sólo de cuestiones financieras. La
funcionaria admitió también que esas dificultades se trasladan al
terreno de la seguridad y de la lucha contra el narcotráfico, áreas
especialmente sensibles para la diplomacia norteamericana.
Cooperación interrumpida
"Desde el incidente con el avión militar, hace un año,
no hemos podido trabajar en asuntos como la cooperación contra el
narcotráfico de la manera que nos gustaría", señaló.
Aludió así al incidente ocurrido en febrero del año
pasado, cuando el gobierno argentino decidió confiscar la carga de un
avión militar norteamericano llegado al país como parte de un ejercicio
de entrenamiento previamente pactado con las autoridades.
Tenazas en mano, el canciller Timerman lideró el
ruidoso operativo en el aeropuerto de Ezeiza y atribuyó a Washington la
intención de "interferir" en el sistema de comunicaciones argentino e
ingresar material "peligroso" en el territorio nacional.
Meses después, y mucho más silenciosamente, el material
fue reintegrado "en su totalidad" a los Estados Unidos, según admitió
la Cancillería argentina.
Fue un incidente "serio" dijo, por entonces, el
gobierno norteamericano. La secretaria para la región admitió ayer que
su secuela, de hecho, aún persiste, ya que "desde entonces" no se han
podido realizar nuevos entrenamientos conjuntos en materia de lucha
contra las drogas.
Ver también: "El gobierno defendió en Washington el plan YPF" (La Nación)
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