El intrincado contexto de la VI Cumbre de las Américas
Colombia será anfitrión de un encuentro entre los mandatarios hemisféricos, en un entorno complejo y en medio de serias dudas sobre la utilidad de las cumbres y la del propio sistema interamericano. Una mirada autorizada sobre las tensiones y los consensos que hoy por hoy se asoman en el vecindario.
¿Obama ausente y Castro presente?
Diversos retos y debates ineludibles en torno a la VI Cumbre de las Américas pueden dar pie a cursos de acción sorpresivos, que muestran lo intrincado del contexto hemisférico y hacen imprevisible el camino a Cartagena.
A diferencia de la actitud más proactiva frente a la V Cumbre, realizada en medio de la euforia de comienzos del gobierno de Obama, para Cartagena no ha habido iniciativa estadounidense.
En 2009, ante los amagos de cubanización de la Cumbre, Obama se adelantó y ordenó levantar las restricciones a los viajes de familiares y a los envíos de remesas (dólares, medicinas, comida, ropa, semillas) a cualquier ciudadano de Cuba que no fuera funcionario del régimen; los cubanoamericanos fueron autorizados para pagar el celular de su pariente en la isla y los empresarios estadounidenses para mejorar la telefonía e internet.
Aunque, por la ausencia de Cuba, la V Cumbre no fue reconocida como de las Américas por los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), primó la percepción de que se estaba en el punto de arranque de un nuevo diálogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario