Vecinos en conflicto
Las relaciones entre Estados Unidos, Argentina y Nuestra América
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Entrevista Morgenfeld: La nueva era Trump
InfoCLACSO, CLACSOTV, 20 de noviembre 2024
Uruguay: ¿A las puertas de una nueva era?
-Elecciones presidenciales en Uruguay
El domingo 24 de noviembre, 2,7 millones de electores habilitados decidirán al próximo presidente de Uruguay, que comenzará su mandato el 1° de marzo de 2025. El balotaje se da entre la fórmula opositora Yamandú Orsi-Carolina Cosse (Frente Amplio) y la oficialista Álvaro Delgado-Valeria Ripoll (Partido Nacional).
–Karina Batthyány, Directora Ejecutiva de CLACSO
–Marcos Casas, analista político del Uruguay, Director del medio digital Dopamina
-La nueva era Trump
El 20 de enero del 2025 Donald Trump regresa a la Casa Blanca. El análisis de Leandro Morgenfeld, de la Universidad de Buenos Aires y del CONICET de Argentina, y co-coordinador del Grupo de Trabajo CLACSO “Estudios sobre Estados Unidos”.
-Participación de Fernanda Pampín, Directora de Publicaciones de CLACSO
El programa del miércoles 20 de noviembre abarca dos de los ejes de las Plataformas para el Diálogo Social que impulsa CLACSO para los próximos años: “Democracia y derechos humanos en América Latina y el Caribe” y “Movimientos sociales y activismo en América Latina y el Caribe”
Conduce: Gustavo Lema, Director de Comunicación e Información de CLACSO
Realización y edición: Guido Fontán
Producción: Eric Domergue, Noelia Croci, Agustina Castaños y Ángel Dávila
Diseño y programación: Sebastián Higa, Marcelo Giardino, Christian Iturricha, Camila Pastor y Renata Maestrovicente
lunes, 18 de noviembre de 2024
Seminarios RELEU. Elecciones en Estados Unidos: miradas desde América Latina, miércoles 20/11, 18hs
Seminarios RELEU. Elecciones en Estados Unidos: miradas desde América Latina
20 noviembre-6:00 pm - 8:00 pm CMT
20 de noviembre | Modalidad virtual
⏰ 18.00 horas GMT – 3
Coordinan
Leandro Morgenfeld (UBA – CLACSO – Argentina)
Matheus Pereira (INCT-INEU – Brasil)
Exponen
Anabella Busso (UNR – Argentina)
Roberto Moll (UFF – INCT-INEU – Brasil)
Raúl Rodríguez (CEHSEU – Cuba)
Apoyan
CLACSO
INCT – INEU
Participa el Grupo de Trabajo CLACO Estudios sobre Estados Unidos
- Transmisión en vivo acá -
Novedad! Dossier "Geopolítica y guerra mundial híbrida en el siglo XXI: Consecuencias para América Latina y su proceso de integración regional y global"
Revista. Número 23. Año 12. octubre 2024 - abril 2025.
SUMARIO
Editorial
Daniel García Delgado. In memoriam
Páginas 13-14
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Dossier
De Sun Tzu a los conflictos del siglo XXI: Miradas de China sobre la “guerra híbrida”
Néstor Restivo
Páginas 17-30
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Transición de Poder Mundial y Guerra Mundial Híbrida.
Principales focos y frentes de un conflicto mundial y las relaciones
entre Estados Unidos, China y América Latina
Gabriel E. Merino
Páginas 31-56
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Nuevas derechas y Guerra Híbrida. Una mirada desde América Latina
Arturo Laguado Duca
Páginas 57-71
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El nuevo cerro de Potosí, la mente humana
Daniel Symcha
Páginas 73-98
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Argentina ante la disputa global entre los Estados Unidos y China
Leandro Morgenfeld
Páginas 99-124
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Artículos
Articles
Empresas estatales y desarrollo: El caso de YPF (2002-2022)
Martín Burgos
Páginas 127-147
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Labor legislativa del Congreso argentino (2022-2023)
Sergio Hernán Blogna Tistuzza
Páginas 149-173
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Estado del arte de la participación de las mujeres indígenas y afromexicanas en el proceso electoral mexicano (2020-2021)
Manuel Gustavo Ocampo Munoa
Páginas 175-189
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Referencias clásicas y alternativas sobre Administración
Pública y Participación Ciudadana: Perspectivas Heterodoxas para
construir el presente y el futuro del Estado en América Latina
Edisson Gómez Pineda
Páginas 191-209
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Reseñas de libros
Book reviews
Forni, P. (2022). Métodos cualitativos en ciencias
sociales. Historia, técnicas y estrategias de investigación. Buenos
Aires: Ediciones Imago Mundi.
Jimena Ramos Berrondo
Páginas 213-219
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Mesa-Lago, C. Evaluación de cuatro décadas de privatización de pensiones en América Latina (1980-2020): Promesas y realidades.
Nelson Dionel Cardozo
Páginas 221-226
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Sobre les autores
About the authors
Páginas 227-230
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Convocatoria
Announcement
Vigésimo cuarto número
Páginas 231-233
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Normas de publicación para les autores
Author guidelines
Páginas 239-243
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Número completo
Descargar revistadomingo, 17 de noviembre de 2024
"Milei es un ariete de Trump"
"MILEI ES UN ARIETE DE TRUMP"
sábado, 16 de noviembre de 2024
NUEVO GABINETE DE TRUMP: ENTREVISTA A LEANDRO MORGENFELD EN DIÁLOGO INTERNACIONAL
NUEVO GABINETE DE TRUMP: ENTREVISTA A LEANDRO MORGENFELD EN DIÁLOGO INTERNACIONAL - 16.11.2024
AM530
jueves, 14 de noviembre de 2024
Presentación del sitio Tektónikos en CLACSO. Diálogo sobre relaciones internacionales y geopolítica
Presentación del sitio Tektónikos. Diálogo sobre relaciones internacionales y geopolítica
Tektónikos es un sitio de análisis y opinión sobre la situación global, con eje en las tensiones geopolíticas y el estado de las relaciones internacionales.
Está formado por académicos mayormente argentinos, comunicadores y analistas internacionales. Fue lanzado a principios de 2024 y contiene artículos de diversos autores, entrevistas, colaboraciones especiales, análisis.
Procura abarcar todo el territorio global con especialistas por región.
Participan
Gustavo Lema, Director de Comunicación e Información CLACSO
Néstor Restivo, Tektónikos
Gustavo Ng, Tektónikos
Carlos Reimundi, Tektónikos
Marisa Pineau, Tektónikos
Leandro Morgenfeld, Coordinador del Grupo de Trabajo CLACSO Estudios sobre Estados Unidos
Participan los Grupos de Trabajo CLACSO China y el mapa del poder mundial y Estudios sobre Estados Unidos
martes, 12 de noviembre de 2024
LEANDRO MORGENFELD: “VAMOS A TENER UN TRUMP MUCHO MÁS ULTRA QUE EN SU PRIMERA PRESIDENCIA”
LEANDRO MORGENFELD: “VAMOS A TENER UN TRUMP MUCHO MÁS ULTRA QUE EN SU PRIMERA PRESIDENCIA”
Durante una entrevista con Historia Nocturna, Leandro Morgenfeld manifestó: “En veinte años, es la primera vez que los republicanos ganan el voto popular. Va a haber un Trump distinto al de la primera presidencia porque hizo una purga en el partido republicano”. A lo que sumó: “Ahora viene con un discurso mucho más radicalizado, una base de apoyo mucho más fuerte y él mismo diciendo 'el problema en la presidencia anterior es que tuve muchos desleales'”.
En ese sentido, el Profesor y Licenciado en Historia contó: “Marco Rubio suena muy fuerte como Secretario de Estado. Es un cubano americano muy ultra, va a poner la bota sobre América Latina muy fuerte”. Mientras que relató: “En términos de proteccionismo, anunció que va a aumentar aranceles del 20% para todas las importaciones, en el caso de China del 60%. Vamos a tener un Trump totalmente desatado, mucho más ultra que en su primera presidencia”.
Por otra parte, sobre las elecciones, el investigador adjunto del CONICET precisó: “La sociedad norteamericana es compleja. Hay, aproximadamente, 65 millones de habitantes de origen latino o hispano; de esos, la mitad, estaban habilitados para votar y en total no votan más de 18 millones”. En tanto que complementó: “Hay muchos de ellos que no se consideran inmigrantes. Son segunda, tercera o cuarta generación, ya se consideran norteamericanas y suscriben al discurso tan propio de las ultraderechas que canalizan el descontento popular contra los inmigrantes”.
“No voy a negar que hay un fuerte avance de las ultraderechas, pero no me atrevería a decir, como hacen muchos, que este avance va a durar muchas décadas. Ya se dijo en el 2015 y después vino lo que se llamó en América Latina 'la segunda oleada de Gobiernos progresistas'”, reflexionó. “Dependerá también de que podamos construir una narrativa que no sea solamente de resistencia a lo que estamos perdiendo, porque quedamos como los que estamos defendiendo un status quo, sino que podamos construir una perspectiva de transformación hacía el futuro”, cerró.
Escuchá la entrevista completa:
ESTADOS UNIDOS Y EL MUNDO TRAS LA REELECCIÓN DE DONALD TRUMP - Junto a Leandro Morgenfeld
ESTADOS UNIDOS Y EL MUNDO TRAS LA REELECCIÓN DE DONALD TRUMP - Pablo Borda junto a Leandro Morgenfeld, 10 de noviembre de 2024
sábado, 9 de noviembre de 2024
La Resistencia con Leandro Morgenfeld
La Resistencia con Leandro Morgenfeld, en Quiero Soda, 9 de noviembre de 2024
viernes, 8 de noviembre de 2024
Morgenfeld habló sobre la victoria de Trump, el aborto en EE.UU. y su discusión con Guillermo Moreno
Morgenfeld habló sobre la victoria de Trump, el aborto en EE.UU. y su discusión con Guillermo Moreno.
El republicano tiene un discurso proteccionista y nacionalista que muchos confunden con el peronismo. A la par, el apoyo a la interrupción voluntaria del embarazo expresada en el referendum desmiente la hipótesis de que "se perdió por la agenda de género". Sobre estos y otros tantos temas reflexionamos en Comité de Crisis, que se emite todos los jueves a las 21 hs. por la pantalla de Barricada TV.
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Leandro Morgenfeld: Las elecciones en EE.UU y su impacto global con el retorno de Trump
Leandro Morgenfeld: Las elecciones en EE.UU y su impacto global con el retorno de Trump
- Publicación de la entrada:07/11/2024
- Categoría de la entrada:Entrevistas, Programa: Tercer Puente
- Tiempo de lectura:1 minutos de lectura
Leandro Morgenfeld, doctor en Historia y experto en relaciones internacionales, analiza el regreso de Donald Trump al poder. Expone cómo este hecho refleja una crisis en las democracias occidentales, y destaca las implicancias para Argentina y el orden global en crisis.
En diálogo con Tercer Puente , Leandro Morgenfeld, destacado historiador especializado en política internacional y relaciones Argentina-EE. UU., compartió su análisis sobre el reciente retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Según Morgenfeld, estas elecciones han sido un punto de inflexión, generando un profundo interés a nivel global debido a su potencial impacto geopolítico, desde la situación en Europa hasta las tensiones en Medio Oriente y las disputas comerciales con China.
- escuchá la entrevista completa acá -
El triunfo y la agenda agresiva de un Trump recargado
El triunfo y la agenda agresiva de un Trump recargado
El resonante triunfo de Trump va a dar impulso a las derechas extremas en todo el mundo. Se vienen tiempos difíciles de ofensiva política, ideológica y cultural de un capitalismo caníbal.
Después de una campaña singular y frenética, con mucha incertidumbre por la paridad en las encuestas y creciente polarización política e ideológica, el 5 de noviembre terminó el proceso electoral en Estados Unidos. Primeras impresiones sobre el impactante triunfo de Trump y sobre lo que se viene.
Trump recargado
El ex presidente ganó el voto popular (primera vez que lo logran los republicanos en 20 años) y el colegio electoral (se impuso en los 7 estados oscilantes que definían la elección). Los republicanos conservan su actual mayoría en la Cámara de representantes y le arrebatan a los demócratas el control de la de senadores. Trump gobernará entonces con el apoyo total del congreso, y con un partido que ahora le responde casi sin fisuras. Coptó a varios de los históricos republicanos que lo resistían y se deshizo de otros, incluso de algunos que apoyaron explícitamente a Kamala Harris (clan Bush, clan Cheney, John Kelly). Muchos neocon y ex funcionarios suyos quedaron políticamente neutralizados. Además, va a contar con el apoyo de una corte suprema ultraconservadora, que sostiene una mayoría de 6 a 3, gracias a los jueces anti aborto que nominó en su primera presidencia. Se le despeja el frente judicial (es el primer presidente condenado por una demanda penal, y enfrenta todavía varias más) y a esta altura nadie parece escandalizado ante la perspectiva de que se auto indulte cuando llegue a la Casa Blanca.
Quizás es pronto arriesgar explicaciones sobre este tsunami electoral porque todavía se cuentan los votos en algunos estados, pero tenemos datos para analizar. Trump sostuvo el apoyo que había construido durante todo el año, aunque no habría sumado más votos que en 2020, cuando consiguió 74 millones. Los demócratas perdieron muchos millones de votos respecto a esa elección, cuando Biden logró el récord de 81 millones. Hay que ver los números finales, pero parece haber primado la apatía y la abstención electoral. La participación bajó respecto a 2020. Kamala Harris ganó entre las mujeres, pero no hubo una avalancha como en el 2022. Incluso se produjo la paradoja de que en varios estados se aprobaron iniciativas en favor del aborto y al mismo tiempo eligieron a Trump (Florida, Montana, Nebraska, Missouri y Dakota del sur, entre otros). Lo mismo ocurrió con otras iniciativas para legalizar el consumo de marihuana. Parece entonces un rechazo a las políticas del actual gobierno, a la vez que no necesariamente un apoyo a la agenda antifeminista o ultraconservadora del trumpismo.
Trump mejoró mucho los índices de aprobación entre los hispanos, a pesar de su discurso xenófobo y anti-inmigratorio, que estigmatizó a los puertorriqueños y haitianos en varias oportunidades. Los más de 60 millones de habitantes de origen hispano no son un grupo homogéneo y muchos ya son tercera o cuarta generación en Estados Unidos. Votan por razones económicas, de género o ideológicas, y no necesariamente por su identidad étnico-racial, aunque ese sea un tema de peso en la sociedad estadounidense. Algo similar puede decirse de los afroamericanos. En ambas minorías se impusieron los demócratas, pero por índices mucho menores que hace cuatro años. Entre la población de origen árabe y entre los jóvenes progresistas, el tema del apoyo de la Casa Blanca al gobierno de Israel, en medio del genocidio en Gaza, puede haber resentido la inclinación a votar por la fórmula oficialista, más allá del rechazo a Trump.
El gobierno de Biden-Harris tiene índices de apoyo bajísimos (las encuestas muestras el descontento por el rumbo del gobierno), pese a la recuperación económica, el bajo desempleo y la actual disminución de la inflación, que no llega al 3% anual. La suba del precio de la nafta y del costo de vida en los últimos años, la creciente desigualdad económica y el estancamiento del salario mínimo pesaron más que otras cuestiones.
La narrativa de Trump volvió a ser efectiva. Pese a haber sido gobierno, y a estar apoyado por Elon Musk, el hombre más rico y más poderoso de Estados Unidos, logró volver a presentarse como un outsider atacado por las elites ilustradas. Su prédica antiestatal y antiprogresista sirvió para convencer a millones de que volvieran a votarlo. La elección de J. D. Vance como compañero de fórmula, que expresa una línea antielitista mucho más dura, pareciera haber rendido sus frutos, teniendo en cuenta el apoyo sostenido que mantuvo en áreas rurales.
Un factor sobre el que deben profundizarse los análisis es el de cómo está cambiando la subjetividad en Occidente, fundamentalmente a partir de la pandemia como acelerador de tendencias preexistentes, con el tecno-capitalismo de plataformas, las redes sociales y la IA, generando un hiperindividualismo en jóvenes varones que son muy propensos a tomar como propias las narrativas de las ultraderechas. El rol de Elon Musk, su red social X y la apelación a los criptobros parece haber sido efectiva.
¿Cómo será la segunda presidencia de Trump?
Aunque todavía es muy pronto para saberlo, lo que es seguro es que este cambio político en Estados Unidos, además de ser una manifestación de tendencias que venimos analizando (ver nuestro libro El legado de Trump en un mundo en crisis), va a acelerar el proceso de transición geopolítica actual. Es difícil que, con Trump, Estados Unidos pueda liderar el mundo como hasta ahora. Se va a resentir el vínculo con la Unión Europea (que esperaba el triunfo de Harris) y el apoyo a Zelensky, vía la OTAN, en su lucha contra Rusia (veremos si en esta presidencia se concreta la aproximación Trump-Putin que no pudo darse en la primera presidencia); se va a reforzar la alianza con el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, quien tendrá quizás un respaldo para confrontar más abiertamente contra Irán; volverán las tensiones comerciales con China, que caracterizaron la guerra económica lanzada en 2018. Seguramente vuelva la política de ataque a las instituciones multilaterales, que Trump denosta, y también a algunas de las agendas que se promueven en los ámbitos multilaterales. Desde las de igualdad de género hasta las tenues iniciativas para morigerar el cambio climático, que Trump niega. La ONU perderá todavía más peso y el G20 también.
El repliegue relativo de Estados Unidos obedece a la estrategia de la fracción americanista-nacionalista de la clase dominante, que sostiene que ese país debe regresas a algunas de las antiguas posiciones neoaislacionistas y recostarse en su patrio trasero, como denominan despectivamente al Hemisferio Occidental, o sea, a América Latina y el Caribe. Veremos, entonces, una reivindicación de la bicentenaria doctrina Monroe y una remilitarización de la política interamericana, con mayor hostilidad contra Cuba y más sanciones económicas para aplastar la reciente recuperación económica de Venezuela. Habrá todavía más poder para el Comando Sur, que viene desplegando una acción cada vez más injerencista durante la actual administración demócrata, y se negociará con actores extra-hemisféricos para frenar su avance económico en la región. O sea, se propondrá el establecimiento de áreas de influencia: no agresión en los límites de Rusia (Ucrania) a cambio de una retirada de Venezuela y el Caribe; freno al avance en el mar de China meridional a cambio de un límite al posicionamiento del gigante asiático en América Latina. Está por verse si el reaccionario senador Marco Rubio logra su viejo anhelo de comandar el Departamento de Estado. Trump va a privilegiar el vínculo con los gobiernos ultraderechistas, como el de Javier Milei, exultante con su triunfo, y Nayib Bukele, e impulsar a figuras como Jair Bolsonario y José Antonio Kast, para intentar debilitar a los gobiernos progresistas, nacionalpopulares o de izquierda. La anacrónica retórica anticomunista y antiestatal cuadra perfecto con la posición neocolonial de los Milei y los Bukele.
Más allá de este rápido esbozo, lo cierto es que Trump empujará una agenda agresiva de reducción de impuestos para los más ricos, negocios jugosos para el complejo militar, las empresas de combustibles fósiles y los grandes contratistas del estado, como Elon Musk (SpaceX), quien estará seguramente al frente de una estratégica oficina de desregulación del estado. Más privatización de la salud y la educación, menos derechos laborales y sociales, y una batalla cultural contra los feminismos, los inmigrantes, los trabajadores sindicalizados, las organizaciones de derechos humanos, los pueblos originarios, las minorías LGBTQ+, los académicos y estudiantes universitarios, las organizaciones de izquierda y todo aquel que se le enfrente.
El resonante triunfo de Trump va a dar impulso a las derechas extremas en todo el mundo. Hace una semana salió de la cárcel Steve Bannon, el ideólogo de la internacional ultraconservadora, y ya volvió al ruedo. Serán tiempos difíciles. La reacción política, ideológica y cultural está en marcha. Es hora de repensar qué nos llevó a esta situación y construir una fuerza social para enfrentar esta peligrosa deriva autoritaria a la que nos está llevando esta fase del capitalismo caníbal.
Nota originalmente publicada en revista Tektónikos
¿Por qué ganó Trump? ¿Cuál va a ser la relación con Milei? ¿Por qué algunos imaginan peronismo en el presidente electo de EE.UU.?
⚠ Hoy en #ComitéDeCrisis, el streaming popular de Barricada TV
🇺🇸🇦🇷 ¿Por qué ganó Trump? ¿Cuál va a ser la relación con Milei? ¿Por qué algunos imaginan peronismo en el presidente electo de EE.UU.? Lo analizamos con el testimonio de Leandro Morgenfeld.
🎬 Adorni mintió sobre la pelicula Partió de mí un barco llevándome . Hablamos con su directora Cecilia Kang.
🏳🌈✊🏽 La Marcha del Orgullo del fin de semana volvió a ser masiva: ¿Qué rol debe tener el feminismo frente a las ultraderechas?
🎵 Dillom hizo un cover del tema de Viejas Locas: ¿Qué vas a hacer tan sóla hoy?
jueves, 7 de noviembre de 2024
Trump y la ofensiva de la derecha extrema
- Escrito por: Leandro Morgenfeld, Tektónikos, 7 de noviembre 2024
Un triunfo que nace con la doctrina Monroe bajo el brazo.
Después de una campaña singular y frenética, con mucha incertidumbre por la paridad en las encuestas y creciente polarización política e ideológica, el 5 de noviembre terminó el proceso electoral en Estados Unidos. Las primeras impresiones sobre el impactante triunfo de Trump y sobre lo que se viene.
Trump recargado
El expresidente ganó el voto popular (primera vez que lo logran los republicanos en 20 años) y el colegio electoral (se impuso en los siete estados oscilantes que definían la elección). Los republicanos conservan su actual mayoría en la Cámara de Representantes y le arrebatan a los demócratas el control de la de Senadores. Trump gobernará entonces con el apoyo total del Congreso, y con un partido que ahora le responde casi sin fisuras. Cooptó a varios de los históricos republicanos que lo resistían y se deshizo de otros, incluso de algunos que apoyaron explícitamente a Kamala Harris (clan Bush, clan Cheney, John Kelly). Muchos neocon y exfuncionarios suyos quedaron políticamente neutralizados. Además, va a contar con el apoyo de una Corte Suprema ultraconservadora, que sostiene una mayoría de seis a tres, gracias a los jueces antiaborto que nominó en su primera presidencia. Se le despeja el frente judicial (es el primer presidente condenado por una demanda penal, y enfrenta todavía varias más) y a esta altura nadie parece escandalizado ante la perspectiva de que se auto indulte cuando llegue a la Casa Blanca.
Quizás es pronto arriesgar explicaciones sobre este tsunami electoral porque todavía se cuentan los votos en algunos estados, pero tenemos algunos datos para analizar. Trump sostuvo el apoyo que había construido durante todo el año, aunque no habría sumado más votos que en 2020, cuando consiguió 74 millones. Los demócratas perdieron muchos millones de votos respecto a 2020, cuando Biden había logrado el récord de 81 millones. Hay que ver los números finales, pero parece haber primado la apatía y la abstención electoral. La participación bajó respecto a 2020. Kamala Harris ganó entre las mujeres, pero no hubo una avalancha como en las elecciones de medio término del 2022. Incluso se produjo la paradoja de que en varios estados se aprobaron iniciativas en favor del aborto y al mismo tiempo eligieron a Trump (Florida, Montana, Nebraska, Missouri y Dakota del Sur, entre otros). Lo mismo ocurrió con otras iniciativas para legalizar el consumo de marihuana. Parece entonces un rechazo a las políticas del actual gobierno, a la vez que no necesariamente un apoyo a la agenda antifeminista o ultraconservadora del trumpismo.
Trump mejoró mucho los índices de aprobación entre los hispanos, a pesar de su discurso xenófobo y antiinmigratorio, que estigmatizó a los puertorriqueños y haitianos en varias oportunidades. Los más de 60 millones de habitantes de origen hispano no son un grupo homogéneo, y muchos ya son tercera o cuarta generación en Estados Unidos. Votan por razones económicas, de género, ideológicas y no necesariamente por su identidad étnico-racial, aunque ese sea un tema de peso en la sociedad estadounidense. Algo similar puede decirse entre los afroamericanos. En ambas minorías se impusieron los demócratas, pero por índices mucho menores que hace cuatro años. Entre la población de origen árabe y entre los jóvenes progresistas, el tema del apoyo de la Casa Blanca al gobierno de Israel, en medio del genocidio en Gaza, puede haber resentido la inclinación a votar por la fórmula oficialista, más allá del rechazo a Trump.
El gobierno de Biden-Harris tiene índices de apoyo bajísimos (las encuestas muestran el descontento por el rumbo del gobierno), pese a la recuperación económica, el bajo desempleo y la actual disminución de la inflación, que no llega al 3% anual. La suba del precio de la nafta y del costo de vida en los últimos años, la creciente desigualdad económica y el estancamiento del salario mínimo pesaron más que otras cuestiones.
La narrativa de Trump volvió a ser efectiva. Pese a haber sido gobierno, y a estar apoyado por Elon Musk, el hombre más rico y más poderoso de Estados Unidos, logró exitosamente volver a presentarse como un outsider que era atacado por las elites ilustradas. Su prédica antiestatal y antiprogresista sirvió para convencer a millones de que volvieran a votarlo. La elección de J.D. Vance como compañero de fórmula, que expresa una línea antielitista mucho más dura, pareciera que rindió sus frutos, teniendo en cuenta el apoyo sostenido que mantuvo en áreas rurales.
Un factor sobre el que deben profundizarse los análisis es cómo está cambiando la subjetividad en Occidente, fundamentalmente a partir de la pandemia como acelerador de tendencias preexistentes, con el tecnocapitalismo de plataformas, las redes sociales y la IA, generando un hiperindividualismo en jóvenes varones que son muy propensos a tomar como propia las narrativas de las ultraderechas. El rol de Elon Musk, su red social X y la apelación a los criptobros parece haber sido efectiva.
¿Cómo será la segunda presidencia de Trump?
Aunque todavía es muy pronto para saberlo, lo que es seguro es que este cambio político en Estados Unidos, además de ser una manifestación de tendencias que venimos analizando (ver nuestro libro El legado de Trump en un mundo en crisis) va a acelerar el proceso de transición geopolítica actual. Difícilmente con Trump Estados Unidos pueda liderar el mundo como hasta ahora. Se va a resentir el vínculo con la Unión Europea (esperaban el triunfo de Harris) y el apoyo a Zelensky, vía la OTAN, en su lucha contra Rusia (veremos si en esta presidencia se concreta la aproximación Trump-Putin que no pudo darse en la primera); se va a reforzar la alianza con el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, quien tendrá quizás un respaldo para confrontar más abiertamente contra Irán; volverán las tensiones comerciales con China, que caracterizaron la guerra económica lanzada en 2018. Seguramente vuelva la política de ataque a las instituciones multilaterales, que Trump denosta, y también a algunas de las agendas que se promueven en los ámbitos multilaterales. Desde las de igualdad de género hasta las tenues iniciativas para morigerar el cambio climático, que Trump niega. La ONU perderá todavía más peso y el G20 también.
El repliegue relativo de Estados Unidos obedece a la estrategia de la fracción americanista-nacionalista de la clase dominante, que sostiene que ese país debe regresar a algunas de las antiguas posiciones neoaislacionistas y recostarse en su patio trasero, como denominan despectivamente al Hemisferio Occidental, o sea a América Latina y el Caribe. Veremos, entonces, una reivindicación de la bicentenaria doctrina Monroe y una remilitarización de la política interamericana, con mayor hostilidad contra Cuba y más sanciones económicas para aplastar la reciente recuperación económica de Venezuela. Habrá todavía más poder para el Comando Sur, que viene desplegando una acción cada vez más injerencista durante la actual administración demócrata, y se negociará con actores extrahemisféricos para frenar su avance económico en la región. O sea, propondrá el establecimiento de áreas de influencia: no te agredo en los límites de Rusia (Ucrania), pero vos retirate de Venezuela y el Caribe. No avanzo en el Mar de China Meridional, pero vos no sigas posicionándote en América Latina. Está por verse si el reaccionario senador Marco Rubio logra su viejo anhelo de comandar el Departamento de Estado. Trump va a privilegiar el vínculo con los gobiernos ultraderechistas, como el de Javier Milei, exultante con su triunfo, y Nayib Bukele e impulsar a figuras como Jair Bolsonaro y José Antonio Kast, para intentar debilitar a los gobiernos progresistas, nacional-populares o de izquierda. La anacrónica retórica anticomunista y antiestatal cuadra perfecto con la posición neocolonial de los Milei y los Bukele.
Más allá de este rápido esbozo, lo cierto es que Trump empujará una agenda agresiva de reducción de impuestos para los más ricos, negocios jugosos para el complejo militar, las empresas de combustibles fósiles y los grandes contratistas del estado, como Elon Musk (SpaceX), quien estará seguramente al frente de una estratégica oficina de desregulación del estado. Más privatización de la salud y la educación, menos derechos laborales y sociales, y una batalla cultural contra los feminismos, los inmigrantes, los trabajadores sindicalizados, las organizaciones de derechos humanos, los pueblos originarios, las minorías lgbtq+, los académicos y estudiantes universitarios, las organizaciones de izquierda y todo aquel que se le enfrente.
El resonante triunfo de Trump va a dar impulso a las derechas extremas en todo el mundo. Hace una semana salió de la cárcel Steve Bannon, el ideólogo de la internacional ultraconservadora, y ya volvió al ruedo. Serán tiempos difíciles. La reacción política, ideológica y cultural está en marcha. Es hora de repensar qué nos llevó a esta situación y construir una fuerza social para enfrentar esta peligrosa deriva autoritaria a la que nos está llevando la actual fase del capitalismo caníbal.
Entrevista Morgenfeld Radio con Vos
Entrevista a Leandro Morgenfeld en Radio con vos, 6 de noviembre de 2024, sobre el triunfo de Trump
martes, 5 de noviembre de 2024
Leandro Morgenfeld: "Trump es un gran vendedor de humo"
Leandro Morgenfeld: "Trump es un gran vendedor de humo"
05 de noviembre, 2024 12:39
Hablamos con el Doctor en Filosofía y Letras, Magíster en Historia Económica y de las Políticas Económicas y Profesor de Enseñanza Media y Superior en Historia en #BonavittaEn530
Elecciones en EEUU: virtual empate entre Trump y Kamala. La opinión de Leandro Morgenfeld
#DeVuelta (Radio10, 4/11/2024)
Elecciones en EEUU: virtual empate entre Trump y Kamala. La opinión de Leandro Morgenfeld
¿Le conviene que gane Trump? El punto del programa económico del republicano que incomoda a Javier Milei
¿Le conviene que gane Trump? El punto del programa económico del republicano que incomoda a Javier Milei
Los expertos señalan que una victoria trumpista podría no ser beneficiosa para Argentina en términos comerciales. Por qué relativizan que garantice un préstamo del FMI que permita salir del cepo.
Por Javier Slucki (El Destape)
Resulta evidente que Javier Milei prefiere que Donald Trump sea consagrado por segunda vez como presidente de los Estados Unidos en las elecciones del próximo martes, en detrimento de Kamala Harris. Sin embargo, hay un punto crucial que perjudicará a Argentina ante un triunfo del republicano: el proteccionismo, aseguran los analistas, quienes además relativizan la posibilidad de que un nuevo gobierno trumpista implique per se la llegada de dólares del FMI para salir del cepo cambiario.
Milei, con sensatez, se preservó de respaldar explícitamente a Trump durante los últimos meses de campaña. Aprendió del error de Mauricio Macri, que en 2016 no ocultó su preferencia por Hillary Clinton hasta poco antes de los comicios, y luego debió redoblar esfuerzos para ganarse la confianza del presidente republicano. En este sentido, el Gobierno no deja de remarcar permanentemente que el alineamiento total con Estados Unidos continuará del mismo modo ganen los republicanos o los demócratas.
Aun así, la predilección del mandatario argentino por Trump es obvia, ya que él mismo se encargó de alimentarla en la primera mitad del año. "Milei se jugó, como nunca antes en la historia, muy abiertamente, incluso reuniéndose con Trump y apuntando su candidatura todas las veces que pudo", recuerda Leandro Morgenfeld, investigador del CONICET experto en las relaciones entre Argentina y Estados Unidos.
De hecho, Milei se encontró con Trump en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de febrero pasado en Washington DC. Al contrario, durante los seis viajes a EEUU en lo que va de su mandato, el presidente argentino nunca se reunió con Joe Biden (apenas con el secretario de Estado, Antony Blinken). Solo llegó a saludarse al paso con su actual par norteamericano durante la cumbre del G7 en Italia, en junio pasado.
La preferencia del libertario por Trump es obviamente "política, ideológica y cultural. Trump está incluso reforzando mucho más que antes su agenda contra los feminismos, contra las minorías, contra el cambio climático, su ataque al wokismo, y eso marida muy bien con las posiciones de Milei", señaló Morgenfeld, y agregó que el que "un gobierno de ultraderecha vuelva al poder en la Casa Blanca va a ser un impulso para gobiernos como los de Nayib Bukele en El Salvador o de Milei, que están muy aislados en términos globales".
Sin embargo, esto no se traduce en una conveniencia económica. "La idea de que Trump sería más favorable a Argentina la relativizo un poco, dada su apabullante defensa del proteccionismo norteamericano y el impacto que eso tendría en Argentina", advirtió a El Destape Haroldo Montagu, ex viceministro de Economía y actual socio de la consultora Vectorial.
Al respecto, Morgenfeld, también magíster en Historia de la Economía, añade que en el plano económico hay "ingenuidad política" de parte del gobierno de La Libertad Avanza porque "la expectativa de que Estados Unidos va a impulsar grandes inversiones o le va a dar un gran financiamiento a Argentina si grana Trump" resulta "más una ilusión que una realidad". Lejos de teorizar, el experto cita dos ejemplos concretos de la primera administración del republicano: el perjuicio argentino por la guerra comercial con China y la suba de aranceles al biodiésel, pese a los elogios constantes a Macri.
Si gana Trump, ¿hay dólares del FMI garantizados?
En paralelo, los expertos relativizan que un eventual triunfo de Trump haga fácil que el Fondo Monetario Internacional le otorgue a Argentina dólares extras que permitan salir rápidamente del cepo cambiario, aunque señalan que sí podría mejorar esa chance.
"El Gobierno quiere un desembolso inicial importante, que le de 'municiones' al BCRA para levantar el cepo e intervenir defendiendo un tipo de cambio que el FMI considera atrasado. Este es principal escollo. El Fondo, en cambio, prefiere un programa que contemple desembolsos pausados, que sirvan para apoyar las reformas estructurales que quiere realizar el Gobierno y que, por sobre todo, termine reduciendo su exposición con Argentina. Esta es una posición compartida por el personal técnico y por el Directorio (del FMI) y creo que no va a cambiar gane quien gane el 5 de noviembre", alertó Héctor Torres, ex director Ejecutivo del FMI, en diálogo con El Destape.
Del mismo modo, Montagu, que en su paso por el Palacio de Hacienda fue partícipe de las negociaciones por el acuerdo que el ministro Martín Guzmán selló con el FMI, afirma que "aun ganando Trump, la posibilidad de un nuevo acuerdo con desembolsos frescos estaría en un último lugar en la agenda", igual que si ganara Harris.
Además, el exfuncionario señala que, en cualquier caso, Argentina no tendrá dólares inmediatos (para, por ejemplo, salir del cepo), ya que todo el proceso burocrático de negociación y aprobación de un nuevo acuerdo con el FMI llevaría por lo menos "seis meses desde la asunción del nuevo presidente", o sea ocho meses desde ahora. El país tendrá que depender de sí mismo por al menos un buen tiempo más.
Aun así, Torres explica que "Trump tiene muy poco aprecio por los argumentos técnicos, además de una personalidad claramente 'transaccional'. Para Trump todos son 'deals'", por lo que, si él gana, "Milei tiene mejores posibilidades de negociar un 'deal' por el que que Estados Unidos haga valer su influencia para 'ablandar' los argumentos técnicos del FMI".
Morgenfeld admite que "puede ocurrir que el Fondo vuelva a operar como un instrumento político para tratar de estabilizar al gobierno de Milei" de cara a las elecciones 2025, pero añade que la administración libertaria "no lee las diferencias que hay con el 2018", ya que "el FMI depende, incluso para sus propias financias, de que la Argentina haga frente a los compromisos de su deuda".
lunes, 4 de noviembre de 2024
LEANDRO MORGENFELD: "ES UNA ELECCIÓN MUY REÑIDA, HAY MUCHA HISTERIA"
LEANDRO MORGENFELD: "ES UNA ELECCIÓN MUY REÑIDA, HAY MUCHA HISTERIA"
Este martes, los ciudadanos de Estados Unidos decidirán si Donald Trump o Kamala Harris ocupará la presidencia por los próximos 4 años.
Leandro Morgenfeld, historiador, investigador del CONICET, especialista en Estados Unidos habló con Todo Este Ruido por Radio Provincia sobre el desarrollo de las elecciones que se realizarán en el día de mañana.
Sobre el clima social en la previa a la elección, señaló que está "muy reñida, hay una histeria en Estados Unidos y un conflicto potencial, probablemente mañana tengamos a los dos candidatos diciendo que ganaron, así que habrá varias horas de conflicto", y señaló que "una encuesta dice que 1 de cada 4 norteamericanos creen que esta elección va a desencadenar una guerra civil".
América Latina y las elecciones en EEUU
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domingo, 3 de noviembre de 2024
“Un triunfo de Kamala Harris dejaría muy aislados a estos gobiernos de ultraderecha”
El próximo martes 5 de noviembre Kamala Harris podría convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos si logra vencer al ultraderechista Donald Trump. Conversamos con el historiador Leandro Morgenfeld para analizar el escenario pre electoral y el impacto sobre América Latina.
Por Maru Waldhüter (Marcha)
Faltan tres días para los comicios y la moneda todavía gira en el aire. Con pronósticos muy reservados en materia estadística las consultoras no arriesgan ninguna tendencia para ninguno de los dos lados. Por el momento, se habla de un empate técnico con distancias muy estrechas entre la actual vicepresidenta y candidata por el partido demócrata, Kamala Harris, y el ultraderechista Donald Trump. La atención está puesta sobre siete estados oscilantes, conocidos como “swing states”, caracterizados así por alternar su voto entre ambos partidos en las últimas elecciones. A esto, se suma otro elemento de tensión que es el sistema electoral de Estados Unidos ya que, no es el voto popular directo el que define quién ingresará a la Casa Blanca, sino el Colegio Electoral. De hecho, se puede ganar la elección por mayoría en el voto popular y perderla si el candidato no alcanza los 270 votos en el Colegio Electoral compuesto por 583 representantes. En estos siete estados péndulo, la disputa es por el estado de Pensilvania que cuenta con la mayor cantidad de representantes en el Colegio Electoral.
El historiador, investigador del CONICET y autor de “Nuestra América frente a la doctrina Monroe. 200 años de disputas”, Leandro Morgenfeld, conversó con Marcha para analizar el escenario político de Estados Unidos y cuál podría ser el impacto de los resultados electorales en América Latina.
Hace pocos días, aún con estos números en las encuestas, arriesgaste que: “Kamala Harris gana finalmente Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Trump gana Georgia, Nevada, Carolina del Norte y Arizona. Kamala termina ganando el Colegio Electoral 270 a 268. Trump denuncia fraude”. ¿Cuáles son las claves de esta “predicción”?
Hay siete estados que van a definir las elecciones, en el resto está prácticamente definido quién gana. En esos estados oscilantes, los “swing states”, estaban repartidos hace tres semanas mitad para cada uno y empatado Pensilvania. Todos los días hay encuestas distintas, pero los promedios dan una leve ventaja a Trump en estos siete estados. Así que, la mayor parte de la gente cree que lo más probable es que Trump sea el próximo presidente.
Yo afirmé eso en Twitter porque hay una luz de posibilidad, en función de lo que está pasando con el cambio en la votación de los hombres blancos y el cambio en la votación de las minorías. Trump podría ganar en los cuatro estados en disputa en el Cinturón del Sol (Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte), y en los tres estados oscilantes del Cinturón del Óxido (Pensilvania, Michigan y Wisconsin) la diferencia es a favor de Trump pero con menos de 0,5%, hay un empate técnico que está dentro del margen de error de las encuestas. A Trump le está yendo mejor con las minorías, paradójica y aparentemente, y a Kamala le estaría yendo mejor con la votación de los blancos. Entonces hay una luz de posibilidad de que ocurra que en esos tres estados gane Kamala Harris, con lo cual, quedaría casi empatado el Colegio Electoral, pero con dos electores más para Harris. Es una posibilidad, por supuesto, el estado clave es Pensilvania, si Trump logra ganar Pensilvania que hoy está 0,5 puntos arriba se queda con el Colegio Electoral.
A este claro bipartidismo y la polarización social se suma la crisis interna que se viene acumulando en Estados Unidos ¿Trump está leyendo esa polarización y decide profundizarla como estrategia frente a Kamala Harris que viene con una agenda más cerca de los derechos civiles?
Trump fue muy hábil hace 8 años en detectar ese descontento social y que ese descontento social no fuera contra el 1% la clase dominante que gobierna contra el otro 99%. Es decir, que no fuera en contra del sector de la clase capitalista más concentrada del cual él es parte. Entonces construyó la idea de que hay una élite, sobre todo en Washington y en las grandes ciudades, que representa al capital globalizado transnacional, financiero que apoya la agenda de la cultura progresista a la que había que atacar, al igual que a los inmigrantes sobre todo latinos, estigmatizándolos y señalándolos como los culpables de la inseguridad, de la pérdida de trabajo, y del proceso de transformación demográfica y social en Estados Unidos. Atacó aquello que Nancy Fraser denominó el neoliberalismo progresista que se expresó en 2016 en la candidatura de Hillary Clinton. Trump sigue utilizando esa estrategia de estigmatizar lo que ellos llaman la “agenda woke”, que tiene que ver con los derechos de las mujeres, los derechos por los que lucha el feminismo, los derechos civiles, de las minorías, de afrodescendientes, de la población LGTBIQ+, de los pueblos originarios, de la lucha contra el cambio climático, de los derechos reproductivos. Recordemos que Trump designó tres jueces ulraconservadores que voltearon el fallo histórico de la Corte de 1973 que avalaba la legalización del aborto en todo Estados Unidos. Eso que inauguró en 2016, y que fue un faro para las ultraderechas en todo el mundo, es lo que está replicando en esta elección, profundizar todas las grietas y tener una campaña muy agresiva. Incluso, está diciendo cosas que en otro momento hubieran sido intolerables en la política norteamericana, desde insultos a su contrincante política como lo que escuchamos el domingo en el acto en el Madison Square Garden donde hubo también, expresiones violentamente xenófobas y racistas contra los puertorriqueños. Trump no apunta a ganar el apoyo de la mayor parte de la sociedad, porque no lo tiene. En 2016 votó menos de 60% del padrón y ganó apenas,con el 27% de esos votos, es decir, de los votantes posibles totales. El voto no es obligatorio en Estados Unidos así que, hay que leer qué opinan los que van a votar. Claramente esta campaña violenta ya la vimos en 2020, él nunca reconoció que perdió esas elecciones, y la vimos en 2016 contra Hillary Clinton, la está replicando, actualizando y profundizando todavía más.
¿Cómo podría impactar el resultado de estas elecciones en América Latina y, particularmente en Argentina, donde el gobierno espera un triunfo de Trump y lleva una política exterior de total subordinación a Estados Unidos?
Estas elecciones tendrán repercusión en todo el mundo y particularmente en América Latina porque desde 1823 Estados Unidos estableció en la Doctrina Monroe que todo el continente americano sería su área exclusiva de influencia. Son prácticamente doscientos años de lineamientos políticos con una posición dominante hacia América Latina y el Caribe. Obviamente, esto fue cambiando en la historia y tiene matices entre gobiernos demócratas y republicanos en las últimas décadas, pero hay un elemento de continuidad y es que Estados Unidos no va a tolerar que otros poder extra hemisféricos desafíen su hegemonía en la región. El problema es que Estados Unidos está en un momento de declive hegemónico relativo a nivel global, sobre todo, con clarísimos indicadores económicos. China y otros actores de Asía Pacífico están emergiendo como polos alternativos y hay una fractura en la clase dominante norteamericana desde 2016 con la llegada de Trump, entre una estrategia más globalista que expresan los demócratas y una estrategia más “americanista” de Trump.
En los últimos años creció la presencia de China en la región y Estados Unidos en su última estrategia de seguridad nacional definió a China y a Rusia como rivales estratégicos en América Latina y el Caribe. Eso hace que, por ejemplo, que la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, en los últimos dos años haya visitado muchos países de la región diciendo explícitamente que nuestros recursos estratégicos tiene que cuidarlos Estados Unidos y presionando al gobierno de cada país para que no avancen en profundizar vínculos comerciales, traer inversiones o, financiarse sobre todo con capitales chinos, e incluso con Rusia y con el grupo BRICS en general.
Obviamente, si la presidenta es Kamala Harris, que es la actual vicepresidenta, habrá elementos de continuidad y va a haber algunos aspectos hacia la política interamericana que van a ser distintos si gana Trump. Hay elementos muy fuertes de continuidad en la política interamericana de Estados Unidos, haya administraciones demócratas o republicanas, pero eso no quiere decir que sean iguales y que tengan las mismas tácticas para conseguir los objetivos.
En los últimos años la política interamericana de Estados Unidos con administraciones demócratas, sobre todo en el período de Obama, tuvo que ver con lo que se llamaba “smart power”, un poder inteligente y presentarse como un gobierno que promueve a través de instancias multilaterales como la OEA o la Cumbre de las Américas, la democracia, los derechos humanos, la libertad, etc. En el caso del gobierno de Trump apeló a una política que denosta a los organismos multilaterales y prevaleció una negociación bilateral con cada país de la región. Estados Unidos tuvo una política de militarización de su política exterior hacia la región, cedió el Departamento de Estado al Pentágono, a las Fuerzas Armadas, a los organismos de inteligencia, el Comando Sur, la direccionalidad de la política hacia la región y volvió a ser muy duro con gobiernos no alineados, en particular con Cuba mientras que Obama había iniciado un período de distensión y normalización de las relaciones. Por supuesto, también con Venezuela y recordemos que se barajó en el 2019 la posibilidad de una intervención armada que fue resistida por otros países de América Latina.
Trump promete incrementar la guerra comercial que empezó contra China y otros países en 2018, y esto tiene que ver con una política proteccionista que afectó las exportaciones argentinas de biodiesel, agrícolas y de limón, por ejemplo. Una política más proteccionista de Trump sería un problema para Argentina.
¿Y en términos más políticos e ideológicos y lo que esperan las ultraderechas de la región?
Un triunfo de Trump empoderaría a las ultraderechas en la región, en particular pienso en Bukele en El Salvador y Milei en Argentina que dieron varias muestras y se reunieron con Trump siendo opositor este año en Estado Unidos y apuestan a que un triunfo de Trump les de aire político y los saque del relativo aislamiento que tienen. En cambio, un triunfo de Kamala Harris, dejaría muy aislados a estos gobiernos de ultraderecha y estas políticas que plantean que lo que hay que hacer es una guerra cultural contra cualquier cosa que no sea el neoliberalismo extremo y lo señalan como socialista o comunista.
Por otra parte, hay profundisimas grietas en Estados Unidos y este año es bastante posible que tengamos una elección donde no se acepten los resultados, quizás similar a lo que sucedió en 2020. Pero gane quien gane, va a haber fracturas políticas, culturales, sociales y económicas, al interior de Estados Unidos y hacia afuera. Hay mucha expectativa y mucha incertidumbre con lo que pueda pasar en Europa y, sobre todo, en América Latina y el Caribe.
Durante este año se extendieron los acampes en diferentes universidades de Estados Unidos para repudiar el respaldo a Israel y el genocidio que comete en Gaza ¿Qué peso pueden tener estas críticas a la posición demócrata y el apoyo a Israel?
Todo el año hubo protestas en distintas ciudades, sobre todo jóvenes en los campus universitarios por el apoyo de Estados Unidos a Israel, al gobierno de Netanyahu. Concretamente, fue un financiamiento de 17 mil millones de dólares para la ofensiva de destrucción de Gaza, de avance sobre Cisjordania y ahora sobre otros países. Esto genera muchas resistencias al interior del Partido Demócrata ya que, sigue sosteniendo públicamente que defiende la solución de los dos Estados pero que, en los hechos, está asistiendo financiera y políticamente la decisión del gobierno de Israel que está cometiendo un genocidio en Palestina. Trump, por otra parte, es aliado y amigo personal de Netanyahu. Hay muchos sectores demócratas que detestan a Trump, de la izquierda que han votado a demócratas para que no gane Trump y ahora no están dispuestos a votar a una candidata, que es actual vicepresidenta, y que no tuvo una actitud de condena del genocidio que se está perpetrando en Gaza. Muchos dicen que puede perder algunos votos estratégicos que, en contexto de una elección tan apretada, podría hacerle perder la elección al partido demócrata.
viernes, 1 de noviembre de 2024
Entrevista en A24 sobre las elecciones en EEUU y su impacto en Argentina
Hablamos con Leandro Morgenfeld, analista internacional. A24, 1 de noviembre de 2024.
jueves, 31 de octubre de 2024
domingo, 27 de octubre de 2024
EEUU: Gana Trump o Harris? Qué consecuencias habrá para el mundo, Nuestra América y la Argentina?
Faltan 9 días!!! Acaba de salir el Episodio de "La cola del diablo" en el que conversamos con Martín Ogando, Cecilia Rossi y Emiliano Gaita Ameigeiras sobre las inminentes elecciones en EEUU: Gana Trump o Harris? Qué consecuencias habrá para el mundo, Nuestra América y la Argentina?
Se puede escuchar acá completo