Por qué la deportación masiva de inmigrantes "sería un desastre" para la economía de Estados Unidos
El Gobierno quiere llevar a cabo la mayor deportación de la historia de Estados Unidos, pero existen dudas sobre el impacto que tendría en la inflación y el Costo de Vida (COLA) de los estadounidenses.
Donald Trump regresó a la Casa Blanca con la promesa de llevar a cabo una deportación masiva de inmigrantes indocumentados; específicamente entre 15 y 20 millones. Para el presidente, la medida es el camino para una economía próspera. Sin embargo, la expulsión de las personas que integran, en su gran mayoría, la mano de obra en el sector agrícola y de construcción puede tener efecto contrario y podría provocar un hueco fiscal, según expertos.
¿Es económicamente posible la sostenibilidad de los Estados Unidos sin 13,7 millones de inmigrantes? Diversos especialistas aseveran que no es un proyecto factible para el país y que podría tener un impacto negativo en el bolsillo de los ciudadanos ya que, de manera indirecta, impactaría en el Costo de Vida (COLA) y la inflación.
Las reformas migratorias son una propuesta de campaña frecuente en los partidos políticos más conservadores, ya que parten de la idea de que el inmigrante quiere sacarle oportunidades de empleo al nativo. Pero, según un informe del Economic Research Service (USDA), los indocumentados conforman el 42% de los trabajadores agrícolas en el país, mientras que solo el 7% son empleados nacidos en Estados Unidos. El 19% restante son inmigrantes con un permiso legal de residencia temporal.
Las consecuencias económicas de la deportación masiva: ¿es posible?
"Siguiendo el modelo de Eisenhower, llevaremos a cabo la mayor operación de deportación doméstica en la historia de Estados Unidos", declaró Trump en un mitin en Iowa durante la campaña presidencial, tal como había prometido en 2016. La frase hizo referencia a la "Operación Espalda Mojada" (Operation Wetback) del expresidente Dwight D. Eisenhower, quien llevó a cabo una deportación de, alrededor, 1,3 millones de personas en 1954 y quien sostenía que se deben priorizar las tareas en base a su urgencia o importancia. Para la agenda de Trump la expulsión de millones de indocumentados es un tópico de primera línea.

El Gobierno de los Estados Unidos señaló que su plan es deportar entre 15 y 20 millones de inmigrantes sin estatus legal y que comenzarán probando con un millón durante el 2025. Sin embargo, según el Migration Policy Institute, en el 2023 se registraron 11 millones de indocumentados de un total de 47,8 millones de inmigrantes con residencia legal, según el Pew Research Center. Actualmente, los analistas estiman que la cifra de extranjeros ilegales aumentó a 13,7 millones.
Exequiel Hernández, profesor asociado presidencial de la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania y autor del libro "La verdad acerca de la inmigración" (The truth about immigration, editorial St. Martin's Press, 2024) señaló a El Cronista que los inmigrantes realizan cinco contribuciones clave a la economía estadounidense; talento de mano de obra, inversión, aporte de capital, consumo y aporte de impuestos. "Contribuyen al balance fiscal y ayudan a generar trabajo. El informe de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) asegura que el 36% de la innovación en Estados Unidos se atribuye a la población migrante, quienes ocupan solo el 16% de los inventores", explicó destacando que el plan de deportación masiva "sería un desastre".

En diversos discursos Trump se refirió a todos los indocumentados, mayormente latinos y asiáticos, como "criminales". Leandro Morgenfeld, investigador del Conicet y autor del libro "Nuestra América frente a la doctrina Monroe: 200 años de disputas" (editorial CLACSO, 2023) , explicó que el objetivo del presidente no es posible: de hecho, durante su primera gestión, y arguyendo la misma promesa, solo se deportaron menos de 269.000 personas. "El año que más deportó fueron 267,000 personas, un récord que lo batió el propio Biden en el 2024 que deportó a 271,000. Él dice que prometió cuadriplicar esto, es una cifra poco realista llevarlo a un millón de personas por año", expresó. A su vez destacó la paradoja de Trump ya que "tiene un perjuicio incluso para los sectores de los cuales amasó su fortuna, como en la construcción de hoteles".
Ambos analistas explican que no es factible una deportación masiva porque dejaría un "hueco" en las industrias desarrolladas, principalmente, por extranjeros sin estatus legal ya que habría un desabastecimiento en la mano de obra. "No contratan indocumentados porque quieren pagar menos, sino porque no hay mano de obra alternativa. Cuando llegan los inmigrantes aumentan el empleo y los salarios. La falacia es que el tamaño de la economía se mantiene constante, -pero en realidad- la economía crece", explica Hernández.
"La deportación es una política inflacionaria": el impacto en la economía de los hogares
Durante los primeros meses del 2025 el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) actuó bajo orden de Trump para deportar masivamente a los inmigrantes que ya contaban con una orden de expulsión, según explicó la abogada migratoria y miembro de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) Natalia Fridman . "Pasan a la deportación porque ya tenían una orden", detalló en diálogo con El Cronista.
El objetivo actual del Gobierno es poder emitir órdenes de deportación sin tener que atravesar el proceso legal, explicó. Sin embargo, la expulsión de residentes sin estatus migratorio es un gasto millonario, incluso trillonario como indicó Hernández, que puede impactar fuertemente en la economía del país. El Estado gasta "Alrededor de USD 20,000 por deportado. Entre USD 250,000 y un trillón de dólares en deportaciones masivas. No se sabe con exactitud, pero es un costo altísimo. Primero se debe identificar dónde están, luego detenerlos y, por último, mandarlos en avión o micro. El costo de echarlos costaría más que el de legalizarlos".

Asimismo, hizo hincapié en que "la deportación es una medida inflacionaria" ya que representa una "pérdida de emprendimientos, empleo y aportes". Una reforma migratoria de esta magnitud sería un gasto público muy alto y el país se enfrentaría, a su vez, a la ausencia de los impuestos que los indocumentados aportan a la economía.
El Centro de Política Fiscal (TPC) señaló en un informe que, en el año 2022, las 11 millones de personas indocumentadas aportaron un total de 100 billones de dólares anuales en impuestos federales, estatales e impuestos locales. Su expulsión sería un problema para las industrias que se verán obligadas a automatizar su producción y encontrar la forma de cubrir dichos puestos de empleo. Morgenfeld explicó que este hueco fiscal puede generar un aumento de la inflación y, de forma directa, en el COLA a nivel federal. El experto señaló que Trump "va a tener un problema importante porque es cumplir con una promesa electoral muy ambiciosa y al mismo tiempo va a generar un proceso de aumento de precios y la inflación".
El antecedente de la última deportación de Trump (período 2016-2020)
Durante
la pandemia de Covid-19, el Gobierno ejerció fuertes controles
migratorios similares, pero sobre inmigrantes legales, a los que se
están trabajando hoy. El resultado fue, según datos del Banco Mundial
(2020), una caída del PBI del 3,4%
Trump logra su reforma migratoria apelando a la deportación voluntaria
Emitir órdenes de detención y deportación es un proceso burocrático que lleva tiempo. Dependiendo del caso del inmigrante, puede tardar entre semanas y meses. Trump, como una estrategia para acelerar su deseo de expulsión masiva, logró que los extranjeros sin estatus legal firmen el Voluntary departure o deportación voluntaria. Firmar este documento le otorga a la persona la posibilidad de aplicar nuevamente y desde el exterior a una visa de residencia temporal para volver al país. Pero quienes no lo aceptan pueden enfrentarse a un proceso judicial y ser expulsados definitivamente.
La abogada migratoria Natalie Gaviria, miembro del estudio Fridman: Immigration Law, explicó que la deportación masiva de las personas que contaban con una orden provocó que muchos otros indocumentados acepten la deportación voluntaria. Así, el presidente consiguió expulsar a extranjeros que aún no habían sido identificados por las autoridades. "El Gobierno siempre tiene la facultad de deportar a las personas porque no son ciudadanos. Por eso terminan firmando la deportación voluntaria", explicó la abogada.

Los inmigrantes indocumentados que residen en la nación tienen un rol más amplio que el aporte económico que realizan. Las 13,7 millones de personas que no cuentan con un estatus migratorio también han realizado, a lo largo de los años, su aporte a la cultura estadounidense. Según datos del Institute for Immigration Research, el 11% de los profesores en el país son inmigrantes, mientras que la Association of American Medical Colleges (AAMC) informó que, en el 2021, 1 de cada 5 médicos en el país son extranjeros y se formaron académicamente en sus países de origen. Hernández señala como un error del Gobierno "asumir que hay mano de obra de sobra en este país y que los extranjeros no invierten para aumentar la productividad".